viernes 14 de abril de 2023 - 12:00 AM

Trafico, vacaciones y ciudades de 15 minutos

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Columna de
Óscar Rey Vesga

Es costumbre que en Semana Santa algunas ciudades congestionadas del país, como las nuestras, experimenten una disminución significativa en su tráfico vehicular mientras que las ciudades turísticas, como Cartagena o Santa Marta, vivan un aumento debido a los turistas que llegan para disfrutar de sus playas y atracciones turísticas. A la luz de esta situación, recordé la propuesta de la “ciudad de 15 minutos” ideada por el urbanista francés Carlos Moreno. Se explica fácilmente con la idea de tener todo lo que necesitamos a solo 15 minutos a pie o en bicicleta, donde además se busca la reducción de la huella de carbono y la mejora de la calidad de vida de las personas.

Por allá en 2020, en plena pandemia, la Secretaría de Planeación Distrital en Bogotá planteó esto mismo, que ya funciona en Paris, Barcelona y hasta Melbourne con modelos exitosos. Como era de esperarse, muchos saltaron con la propuesta, en especial activistas y políticos la han criticado, argumentando que limita las opciones de movilidad y puede convertirse en un esquema para encerrar a las personas en pequeños guetos como lo sugirió La Silla Vacía este año. Por supuesto quedó en lo de siempre, en nada. Aunque ahora hay ciclorutas, se usan para todo excepto bicicletas.

Clarisimo que su implementación no sería fácil, pero esto no significa que debamos descartar la idea por completo. Para que la propuesta de una ciudad de 15 minutos sea viable, es necesario que esté conectada a otros aspectos de la vida urbana: comercio, educación, salud, trabajo y vivienda repartidos equitativamente, sin intereses políticos ni tampoco empresariales, repartidos en zonas bien definidas. No es eliminar el transporte privado o crear zonas para distintas clases sociales, es fomentar alternativas sostenibles y accesibles para vivir y trabajar que vayan más allá de una cicloruta.

Cañaveral se parece al concepto Y aunque no cumple con todos los criterios para considerarse este tipo de ciudades, especialmente el trabajo, los gobiernos locales deberían pensar en proyectos de este tipo más que en megaobras que nunca terminan.

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí­ se expresen.
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