Las cifras del desastre en la corraleja de El Espinal, Tolima, ocurrido este domingo, se decantaban ayer en el saldo doloroso...
En la academia, argumentos, no empujones
Poncho Zuleta retrata la postura equivocada que hemos soportado en Colombia frente a la fuerza de las armas y de las agresiones. Ahí están años de trasegar un camino sociocultural equivocado, desde todos los ángulos posibles de este país sin identidad: «Me lo da a las buenas o a las malas»; «Si no es para mí, no es para nadie»; «Se callan o los callamos»...
Para ser franco, uno no espera postura distinta de quienes puedan asociarse con las frases anteriores, porque sencillamente son el resultado de una formación incorrecta; ramas torcidas de árboles robustos que abundan por estos lares. Por eso la esperanza ha estado siempre en la formación que brindamos a nuestros estudiantes, y (porque los conozco y los reconozco desde hace veinte años, cuando tuve la fortuna de ser invitado a formar parte de la UIS) soy testigo de las calidades humanas y académicas de quienes hemos visto en estos procesos.
De acuerdo con lo publicado el sábado 21 en Vanguardia por José Luis Pineda, un “estudiante” de la UIS dijo: «La Universidad con mil y un problemas y el rector nada que da la cara. Si no es así, ¿entonces cuál es la forma?».
Primero: sí hay innumerables problemas, como en todas las instituciones, pero las soluciones no se logran de un plumazo, ni con un bombazo; y un rector no puede transgredir una norma porque le revienten un explosivo en las patas ni porque lo levanten a gritos de una montonera, y mucho menos porque intenten llevárselo a barrigazos.
Segundo: solucionado cualquier problema, aparecerán otros más, muchos más; ¿cuántos gritos y cuántos explosivos hay que tener preparados, entonces?
Tercero: Estamos de acuerdo en que el rector no había dado la cara, por una simple razón, que estaba fuera de la Universidad disfrutando del derecho legal a las vacaciones. Hay que ver si eso de “no dar la cara” funciona también para los encapuchados, o es solo para el rector.
Cuarto: Me niego a creer que quien defiende derechos diga que «si no es así, ¿entonces cuál es la forma?». ¿Qué viene?, ¿ácido a la cara?