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Rafael Gutierrez Solano
Miércoles 01 de marzo de 2023 - 12:00 PM

CDMB y CAS

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La semana anterior y en varias oportunidades este diario enteró a toda la ciudadanía de las oprobiosas circunstancias en las cuales se estaba manejando por reconocidos grupos políticos, la elección de los dignatarios que integrarían el Consejo Directivo de la CDMB. En uno de esos artículos del 24 de febrero, Vanguardia afirmó en la Sección Política lo siguiente: “A pocas horas de llevarse a cabo la Asamblea Corporativa para la elección de los cuatro alcaldes que integrarán el Consejo Directivo de la CDMB, la pelea de grupos políticos por el control de la entidad ambiental se ha convertido en un entramado de presiones indebidas, persecución judicial y hasta amenazas, según denuncias de alcaldes que participan en el proceso, por parte del gobernador Mauricio Aguilar, y del ex Contralor Departamental Fredy Anaya”.

Pues bien, con base en esas afirmaciones periodísticas se puede tener una imagen clara de lo que sucede en este departamento, donde unas entidades que debían estar dedicadas al cuidado del medio ambiente, a perseguir y sancionar la deforestación y el tráfico descarado de madera y fauna, a la protección y rescate de cañadas, ríos y quebradas y a rendir cuentas de su actividad a los ciudadanos, se han convertido en nidos burocráticos donde prima la política y no el desarrollo de su objeto social. En la CAS ocurre lo mismo, y así lo dijo también Vanguardia el 23 de febrero en su Sección Política, al expresar, lo siguiente: “Para la CAS están replicando el mismo ejercicio que para la CDMB presionando a los alcaldes para que escojan a los mandatarios locales que harán parte del próximo Consejo Directivo y mucho más fácil porque la Contraloría Departamental audita a los 73 municipios que componen la CAS...”

Todo esto ocurre sin que pase nada. Gremios como la ANDI, Fenalco, la Cámara de Comercio de Bucaramanga, grupos económicos y empresarios, fundaciones, etc., mutis por el foro, un silencio inexcusable ante los asaltos a las instituciones que son patrimonio de los santandereanos. Hay mucha cobardía y acomodamiento en este departamento. Bonito así, dirán los que se aprovechan del gran botín de las corporaciones ambientales.

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