La izquierda, que dominó la región, está de retirada. Dos factores para ello: la crisis económica de Venezuela, la ubre de la que mamaron todos, y el desastre de sus gobiernos que terminaron por desesperar a los pueblos.
En efecto, los gobiernos de izquierda en la región desarrollaron una agenda ideológica muy fuerte, con promoción del aborto, el matrimonio homosexual y la ideología de genero, que terminó por agotar a la población, mucho más conservadora que sus dirigentes. Además, la estela de corrupción que han dejado es inmunda. Hay unos motivos que le son intrínsecos, que son de su naturaleza: a. la izquierda es amoral, está afincada en la premisa de que el fin justifica los medios y que para conseguirlo vale todo, desde la mentira hasta la violencia. b. Los cuadros de la izquierda se han formado sobre la pretensión de la vanguardia, unos iluminados que, ellos sí, saben lo que le conviene al pueblo, al que al final desprecian. Como resultado, aparecen las nomenclaturas que creen que todo lo merecen y que terminan por justificarse a sí mismas sus privilegios y sus pillerías. c. Finalmente, la izquierda es, por definición, no democrática, y, por tanto, cuando llega al poder intenta acumularlo tanto como sea posible, va cooptando y subordinando los otros poderes públicos, y desmonta el sistema de frenos y contrapesos que es esencial al régimen democrático y que, aún con sus debilidades, resulta fundamental para ponerle freno a la corrupción.
Por último, el modelo económico anti capitalista es el camino más directo a la pobreza. Y como la estupidez del socialismo del siglo XXI no tiene comparación, Venezuela es el ejemplo definitivo de una nación inmensamente rica arruinada hasta la miseria.
Pues bien, por primera vez, se consiguió un repudio al chavismo por parte de la OEA y algunos gobiernos europeos. La política exterior de Duque en relación con Venezuela ha dado un giro radical y para bien, y ha sido exitosa. Yo me temo que, sin embargo, la presión internacional será inútil. El chavismo solo caerá si pierde el apoyo de las Fuerzas Armadas y no parece que vaya a ocurrir. Todos los datos indican un giro hacia el modelo chino, de partido único y capitalismo. Colombia tendría que convivir con esa realidad y obtener al menos dos objetivos: frenar la migración y recuperar un mercado que alcanzó usd 6.000 millones y que le daría un impulso fundamental a la economía y a las zonas de frontera.