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Rafael Nieto Loaiza
Sábado 25 de junio de 2022 - 12:00 PM

Oposición ya

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Aprender de los errores, corregir y después trazar una ruta hacia el futuro.

Las causas de la victoria de la izquierda: 1. Piensan y trabajan estratégicamente, a mediano y largo plazo, son proactivos y están permanentemente a la ofensiva. 2. Fueron capaces de asumir la vocería de diferentes grupos sociales. 3. Se presentaron como el cambio. Que su triunfo fuera posible solo por el santismo y por politiqueros que han pasado por todos los partidos, es lo de menos. 4. Es la narrativa de la izquierda la que impera en los medios, en la academia, en las universidades. 5. Vendieron un imaginario de debacle económico que no se compadece con la realidad. Hoy somos mucho menos pobres y menos desiguales que hace veinte años. La deslegitimación sistemática y paralela de nuestra democracia también tuvo éxito. 6. Aprovecharon la muy mala calificación de la gestión de Duque. 7. Su intención de uribizar la contienda política dio frutos. 8. Su campaña sucia erosionó la imagen de sus contendores. 9. Consiguieron que la juventud les creyera.

Hernández entre primera y segunda vuelta no hizo sino equivocarse. Ahora comete un nuevo error: deja huérfanos a sus votantes y anuncia que no hará oposición.

Petro despierta grandes incertidumbres. La duda de fondo es si gobernará con respeto del estado de derecho, la propiedad privada y tendremos elecciones en cuatro años, como la izquierda vegetariana de Uruguay, o si cooptará las instituciones, sobornará a militares y magistrados, cambiará la Constitución, impondrá un modelo socialista y se atornillará al poder, como la izquierda carnívora venezolana.

Entre la democracia y el autoritarismo, entre el respeto de las libertades y su violación, entre la economía de mercado y el socialismo, entre el futuro y el suicidio.

Hay que prepararse para los dos escenarios. Si Petro es un carnívoro, no mostrará los colmillos sino hasta que controle los factores de poder que le aseguren permanecer en el gobierno. Por ahora y por los próximos veinticuatro meses, no los tendrá.

Mientras tanto, de inmediato hay que pensar y trabajar estratégicamente para hacerle oposición, denunciar y combatir cualquier política antidemocrática y empobrecedora del nuevo gobierno y prepararse para ser alternativa de poder en el 2026.

La oposición es solo una opción sino un deber. La democracia no existe si no existe oposición real, firme, vigorosa. Oposición serena, decente, argumentada, capaz de reconocer y apoyar lo que el gobierno haga bien, pero oposición franca y directa.

Para ello son indispensables los nuevos liderazgos. Lo que más quisieran Petro y la izquierda es que continuaran los actuales, desgastados y estigmatizados. La renovación democrática es una urgencia.

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