Uno de los problemas neurálgicos y de los mayores indicadores de la pobreza en la tercera edad radica en la imposibilidad de este sector a poder obtener una pensión en razón del poco tiempo cotizado y el de no tener una vivienda. Vemos también casos en que la persona tiene un techo para vivir, pero no tiene sustento para alimentarse, y su única alternativa es vender.
Es interesante el planteamiento del ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, ante la comisión séptima, llamada la “hipoteca inversa”. Es la de crear un sistema para quienes están en la tercera edad y no han obtenido pensión. La idea es que las personas mayores que tienen un inmueble para vivir, pero no se encuentren pensionadas; obtengan dicha pensión y sigan disfrutando de su casa, y que cuando fallezcan estas no entren al acervo hereditario, sino al sector financiero que fue quien otorgó esos años de pensión.
Lo interesante de esta propuesta es: a) Que se está resolviendo el vital mínimo de muchas personas que trabajaron pero no obtuvieron pensión alguna por no haber cotizado. En este segmento están especialmente los trabajadores informales que hacen parte de una gran mayoría en el país.
b) Se incentiva la construcción, porque los particulares ven una alternativa adicional con la compra de vivienda. Es necesario recordar que este sector de la economía es un gran generador de empleo y por lo tanto un dinamizador de ella. c) Se incentivaría a los constructores para que sus obras fueran de vivienda de interés prioritario y social; que es el mayor faltante de necesidades del mercado.
d) Obligaría a las entidades financieras a sacar nuevos modelos de crédito para cubrir este segmento.
e) Llevaría a que los alcaldes dentro de los POT, tengan en cuenta este crecimiento urbanístico-social, más que los cobros de plusvalía por lo que no se ha hecho. Esta es una gran iniciativa que apalancaría no solo el sector productivo, sino social. Esperemos que nuestros legisladores ayuden a los adultos mayores, que en Colombia cada día son más que la población joven.
