jueves 20 de abril de 2023 - 12:00 AM

A las patadas

Lo que sucedió hace un par de días en Medellín con el ingreso de algunos desadaptados a la cancha del estadio de fútbol Atanasio Girardot, y que se repitió de alguna manera en la ciudad de Manizales con el ingreso de otros tantos al césped del estadio Palogrande, debe hacernos reflexionar y replantear acerca de lo que queremos lograr si seguimos incentivando este tipo de espectáculos deportivos, que parecieran ser los nuevos campos de batalla.

Cuesta trabajo entender qué razones llevaron a que cientos de personas se atrevieran a ingresar a un campo de fútbol, a reclamarle a once jugadores por estar jugando, supuestamente, de forma incorrecta al deporte que tanta pasión genera a los colombianos. Y es que no encuentro una sola razón lógica, coherente, y seria, que me permita comprender qué pretendían esos maleantes que, armados de piedras, palos y cuchillos, hirieron a policías y ciudadanos del común, y destrozaron el mobiliario que compone los estadios de fútbol. Ante la mirada atónita y preocupante del personal de logística, la horda de delincuentes que se atrevieron a reclamarle a las patadas a los jugadores y a sus clubes, acabaron con la poca dignidad que le quedaba a las llamadas “barras bravas“.

Personalmente soy un hombre que cree en la protesta, y especialmente en la que ataca a las injusticias; pero también soy un hombre que cree que las manifestaciones violentas no merecen ni siquiera una leve comprensión de la ciudadanía o del establecimiento. Niños y jóvenes pudieron haber perdido la vida por una nimiedad (como lo es el perder una competencia) porque, aun cuando para muchas personas el fútbol es una pasión, no deja de ser absurdo creer que cualquier ser humano puede dejar de existir en razón a él; nada es tan valioso como la vida misma.

No basta con el repudio en las redes sociales; se hace necesario y obligatorio que desde los mismos clubes deportivos, se tomen medidas urgentes para que los bandidos jamás vuelvan al estadio. O de lo contrario, ciudadanos dispuestos a respetar las reglas y la vida, como muchos de nosotros, nos mantendremos alejados de cualquier escenario que pueda poner en peligro nuestra tranquilidad. Por esta razón, hoy digo: #NoVuelvoAlEstadio

Autor
Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí­ se expresen.
Otras columnas
Publicidad
Publicidad
Publicidad