jueves 24 de agosto de 2023 - 12:00 AM

Rodrigo Javier Parada

Mi voto será para...

El palacio municipal donde funciona la alcaldía de Bucaramanga, será ocupado el año entrante por alguno de los 16 candidatos que inscribieron su nombre y cuyas fotografías hemos visto en las calles, las vallas y las redes sociales. De todos, tan solo hay 1 mujer, y los demás son hombres, Más que una crítica, se trata de una reflexión que como ciudadanos debemos hacer, acerca de la ausencia de representación femenina en la política, al igual que del impacto negativo en cuanto a las políticas de género. Paradójicamente, la única candidata está siendo apoyada por el líder de un partido que hace unos meses dijo que “el ideal sería que las mujeres se dedicaran a la crianza de los hijos”. Así como se lee; para Rodolfo Hernández “la mujer metida en el gobierno a la gente no le gusta porque ve que es invasiva”. Pero bueno, ya hablaremos de eso en otro momento.

Lo cierto es que la ciudad requiere de alguien que, más que carisma y simpatía, tenga empatía y sentido común. Alguien que priorice los intereses colectivos por encima de la popularidad. Alguien que conozca la realidad del municipio y fije una ruta clara, así no logre ejecutar todas las acciones necesarias en su periodo. Más que eslóganes y mensajes, debemos ver propuestas y objetivos, para definir nuestro voto. El mío será para aquel que entienda que la educación juega un papel fundamental en la construcción social, y que las medidas restrictivas lo único que hacen es ocultar momentáneamente los problemas. Por ejemplo, el caos de movilidad que agobia a la ciudad ya no da margen de espera. No se trata de congestión, se trata de irresponsabilidad vial.

En materia de atención a la población marginal, mi voto será para aquel que promueva proyectos de crecimiento económico, habilitando espacios de mercadería informal. Los vendedores ambulantes deben ser censados y reubicados, más no desplazados y discriminados. No es secreto que la carga tributaria acaba con cualquier negocio en nacimiento. En cada zona del municipio deberían existir espacios de venta informal, en donde la única pelea sea la de ofrecer un buen producto a buen precio. En fin, mi voto será para aquel que piense en los demás y no en su proyecto personal.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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