jueves 16 de marzo de 2023 - 12:00 AM

¿Qué necesidad?

Todas las semanas el gobierno nacional o el partido de gobierno, dan de qué hablar al país entero, y no precisamente por sus buenas ejecutorias (que seguramente las hay), sino por las salidas en falso de sus funcionarios. Esta semana el turno es para la vicepresidenta de la república, Francia Márquez, que en una entrevista para la revista Semana, justificó groseramente la necesidad de visitar su casa en el Valle del Cauca haciendo uso de un helicóptero de las fuerzas armadas. Al final lo complejo del asunto terminó siendo la forma en que se expresó, y no la justificación.

Para que un ciudadano pueda recibir la protección del Estado, se requiere surtir una serie de complejos trámites, y del análisis de varios especialistas en la materia. Nadie puede, así tenga a su cargo el presupuesto de la nación entera, asignarse para sí equipamentos de seguridad. La ley es estricta al respecto. Esto significa que si el personal a cargo del cuidado de la vicepresidenta, consideró necesario hacer uso de un helicóptero para su movilización, debemos confiar en que existe una justificación para ello.

Uno de los mayores problemas que aqueja a los gobernantes de turno, es la falta de carácter; fácilmente pasan de ser ciudadanos que abrazan a diestra y siniestra, a magnánimos emperadores que exigen tratos especiales. Antes de posesionarse son humildes servidores del pueblo, para luego convertirse en verdugos de contradictores. Es un tema de personalidad que difícilmente se puede precaver antes de acudir a las urnas, pero que sí es posible castigar a través del control ciudadano.

A la vicepresidenta le admiro su tesón y dedicación, y lamento profundamente que para refutarla muchos acudan a tontas referencias acerca de su físico o de sus raíces. Pero lo que sí debo reprocharle es la altanería con que justifica lo que a ella no le corresponde ¿Qué necesidad había de decir que si le daba la gana viajaría en helicóptero las veces que quisiera? No, señora vicepresidenta; seguramente usted no sale al garaje del Palacio a elegir en qué se movilizará; es su equipo de seguridad el que lo determina. Pero al parecer no podía usted desaprovechar la oportunidad de convertirse en la “arrongancia” de turno. Y en el entretanto, el país expectante de saber qué ha hecho usted en concreto por “los y las nadies”.

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Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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