Desde el 19 de septiembre hasta el 1 de octubre está desarrollándose la nutrida y variada programación del Festival Internacional...
Diálogo interdisciplinar
La interdisciplinariedad en lo académico también es un acto de tolerancia y respeto por el pensamiento de quienes se dedican a pensar diferente. Por eso cualquier aproximación a la comprensión de la realidad social debe abordarse y soportarse en el ejercicio de comprensión de las diferentes miradas que proponen las diversas disciplinas que intentan explicar lo humano. Los académicos debemos acostumbrarnos a dialogar con diferentes saberes. Los fenómenos económicos no son comprensibles sin entender los comportamientos, no necesariamente económicos de los individuos. Lo comunicativo tampoco. La sociología, la antropología, el derecho y las demás ciencias sociales deben ser siempre tenidas en cuenta para descubrir lo complejo de la interacción social.
Así mismo, quienes seamos responsables de transmitir o crear nuevos conocimientos debemos reconocernos falibles, especialmente quienes aún consideran que el mundo se puede entender desde la comodidad de lo “monodisciplinar”. No hay ejercicio de tolerancia tan profundo como entender a otros “expertos” que están convencidos de sus verdades, porque la humildad académica para reconocer las miradas múltiples construye conocimiento complejo y pensamiento crítico en lo social. En ese mismo sentido, la interdisciplinariedad es requisito indispensable para la calidad educativa. Los profesionales que controvirtieron dialécticamente sus ideas con estudiantes de disciplinas de su mismo campo de formación suelen tener una mirada compleja de los fenómenos, lo que les permite proponer interpretaciones y explicaciones más adecuadas para la solución de problemas en la complejidad de sociedades tan interconectadas como las actuales.
La educación es el motor del desarrollo. Aquello no puede resultar una afirmación de poca monta: la construcción de sendas sostenibles y duraderas de desarrollo es un ejercicio académico colectivo que no es posible sin la tolerancia y el respeto por el disenso positivo por parte de los académicos e investigadores.