Publicidad

Santiago Gómez
Jueves 17 de junio de 2021 - 12:00 PM

Optimismo

Compartir
Imprimir
Comentarios

Compartir

El mundo está mucho mejor que hace 20 años, pero la percepción, incluso de quienes se precian de ser expertos, parece equivocarse por varios factores que son estadísticamente demostrables. El primero, que la visión del mundo que tiene el común de quienes tuvieron el privilegio de estudiar, es similar a la que tenían sus profesores al salir de su universidad. La gente tiende a no actualizar su conocimiento con el paso del tiempo.

Segundo, la imagen que la mayoría tiene del mundo es percibida y ampliada desde los medios y las redes sociales que, como se ha demostrado, prefieren emitir contenidos dramáticos, poniendo la lupa sobre lo que tiene capacidad de convertirse más rápidamente en algo viral. Soportar la percepción global en aquello con potencial comunicativo da una idea de mundo bastante sesgada, hay que leer mucho y contrastar realidades fuera de las pantallas.

También, nuestros cerebros están diseñados para sacar a menudo rápidas conclusiones sobre la realidad, lo que ha sido una herramienta poderosa de supervivencia pues nos permite reaccionar rápido ante el peligro, menoscaba nuestra capacidad de analizar holísticamente la realidad, limitando nuestra comprensión de fenómenos complejos.

Cuarto, tendemos a interpretar los fenómenos sociales dicotómicamente. Uribe, Petro (sin atender la realidad política que explican los políticos de centro o los abstencionistas); paramilitares, guerrilleros (ignorando el daño potencial de los corruptos); países pobres y ricos (desconociendo que el 75% de los habitantes del planeta viven en países de renta media). Eso distorsiona las proporciones globales en nuestra mente. Preferimos, por una cuestión de economía neuronal, simplificar para comprender. Es la tendencia dramática del pensamiento exclusivamente binario.

Y quinto, en países como el nuestro, con una memoria selectiva y reducida, es difícil recordar el pasado -en ocasiones incluso es conveniente olvidarlo- y por tanto se hace imposible tener una trazabilidad de la evidente percepción de mejora. Sin embargo, a pesar de que las cosas pueden ir mal, es evidente que han estado mejorando de manera generalizada. Por ejemplo, el proceso de vacunación sigue siendo lento, pero por lo menos están vacunando. Estamos, en ese sentido, mejor que hace un año.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad