lunes 22 de mayo de 2023 - 12:00 AM

Competitividad en picada

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Columna de
Sergio Arenas

La competitividad de Santander está en picada y las cifras lo demuestran: pasamos de ser el tercer departamento más competitivo del país en 2022, a ocupar el sexto puesto en 2023 de acuerdo con el índice Departamental de Competitividad (IDC) realizado por el Consejo Privado de Competitividad.

Si bien es cierto que la metodología aplicada para 2023 cambió, incluyendo nuevas estadísticas del mercado laboral, ajustando las proyecciones de población y reestructurando el pilar de sostenibilidad ambiental, esto no puede ser una excusa para omitir una realidad evidente que por muchos años quisimos disimular haciendo alarde de un tercer puesto.

Un sexto puesto es mediocre, pero es coherente con los hechos: no existe cooperación entre nuestros líderes políticos, ni existe una comunicación clara entre el sector privado y el público. En este sentido, el sector privado lleva años solicitando que los proyectos estratégicos se presenten mancomunadamente, se gestionen a nivel nacional por medio de los partidos políticos, se defiendan con vehemencia ante los opositores populistas y se unifiquen para llegar a palacio con una sola voz fuerte. Pero nada de esto pasa, y así no hay forma de aspirar a los primeros lugares.

Existe una gran guerra de egos que sacrifica la competitividad regional y que hace eco en el Gobierno Nacional, donde siempre se ha dicho “de Santander me piden puestos, de Antioquia proyectos” y ya se imaginaran cuál de los dos departamentos ocupa hoy el segundo puesto del índice de competitividad.

Es tan egoísta nuestro ADN que nos enorgullecemos de eso y asumimos que enaltecer nuestra berraquera significa insultarnos y darnos en la jeta como carta de presentación a nivel nacional e internacional. Pero, ¿cuál ha sido el único resultado? Rezago y olvido.

Podremos consolarnos frente al nefasto resultado de este informe de competitividad diciendo que tenemos grandes retos; podremos sentarnos y volver a enlistar los proyectos que le hacen falta a Santander, un ejercicio baladí que si sabemos hacer muy bien; podremos discutir todo lo que queramos, pero lo cierto es que las palabras se las lleva el viento, y en este caso nos está arrastrando sin paracaídas a los últimos puestos. Mientras tanto, los populista siguen gritando arengas de ser los salvadores del mundo con su discurso ambientalista hipócrita.

La competitividad es urgente. Nos están desvalijando al ICP, necesitamos reactivar los peajes y debemos defender a Ecopetrol. Pasemos del power point a los votos. NO MÁS POPULISMO.

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