Para el año 2035, el 40% de los trabajos del mundo serían realizados por algún sistema basado en inteligencia artificial, y todo indica que los contadores no se van a salvar de esta evolución.
Las nuevas herramientas digitales que ya ofrecen algunas empresas como Tributi, una start-up que realiza digitalmente las declaraciones de renta; al igual que el Programa Ayuda Renta que puso a disposición la DIAN y que emitió 775.937 declaraciones “sugeridas”, son las que han desatado una polémica sobre el uso de estas tecnologías que definitivamente van a reemplazar, en parte, el trabajo de los contadores.
Chile es un ejemplo suramericano; desde 2017 viene utilizando la declaración sugerida. Solo en el lanzamiento de la herramienta, el 37,9 % de los contribuyentes aceptaron la propuesta realizada por el Servicio de Impuestos Internos de Chile. Actualmente, casi el 70 % de los contribuyentes aceptan la propuesta y pagan sus impuestos por medio de la herramienta.
Estas herramientas tecnológicas, más allá de simplificar los trámites, parecen transferir una paz tributaria en el contribuyente, pues quien paga la declaración sugerida por la autoridad fiscal encuentra que está cumpliendo con la ley y no se siente evasor.
Los resultados de estas herramientas son absolutamente positivos. Al contribuyente le simplifica procesos, le facilita el pago, le disminuye costos, le da la tranquilidad de la relación con el fisco y disminuye el riesgo en procesos de revisión; y por parte de la administración, mejora el recaudo y el ahorro del presupuesto en procesos de fiscalización. Estos son algunos de los beneficios de adoptar estas herramientas tecnológicas.
Por otra parte, la Junta Central de Contadores (JCC), al parecer, se resiste al cambio. La JCC en el comunicado del 19 de julio de 2019 reiteró que los servicios propios de la ciencia contable, definidos en el artículo 2º de la Ley 43 de 1990, solo deben ser prestados por contadores públicos o entidades debidamente inscritas.
Lo cierto es que si los contadores no se reinventan quedarán offline. “Lo único constante es el cambio” Heráclito.
