Publicidad

Sergio Arenas
Domingo 01 de marzo de 2020 - 12:00 PM

El Gran Santander

Compartir
Imprimir
Comentarios

Colombia es un país de regiones. Santandereanos, antioqueños, cachacos y costeños son el mejor ejemplo de que el regionalismo ha sido el reflejo de lo que fue Colombia como Estado federal.

El Estado Soberano de Santander (1857), de donde hacían parte, entre otros, los departamentos de Santander y Norte de Santander, demuestra asimismo una región que históricamente estuvo integrada en lo cultural, social, económico y político.

Hoy, esa integración se ha visto fraccionada con la crisis de Venezuela que ha creado una imagen imperfecta de Norte de Santander, especialmente de San José de Cúcuta. En primer lugar, debemos ser enfáticos en que Cúcuta no es Venezuela. Si en algún momento el intercambio fronterizo fue la base de la economía local, hoy los empresarios de Norte de Santander han encontrado otras salidas a sus negocios, que han llevado a que esta región termine aportando el 1,5% del producto interno bruto al país; esto sin contar con que han tenido que cargar con la crisis humanitaria venezolana (atención médica y alimentos), lo cual es de resaltar.

Esta gallardía y valentía de los empresarios de Norte de Santander aunada a la de los santandereanos debe capitalizarse, recuperando el concepto como región. Si bien, el Gran Santander debe volver no como una forma de estado federado, sí debería hacerlo como marca región, que facilite además de ejecutar grandes proyectos, realizar alianzas estratégicas comerciales que permitan jalonar recursos del Gobierno central, especialmente para infraestructura. En ese sentido, el Gobierno promulgó el acto legislativo que reforma al Sistema General de Regalías. Por ejemplo, las regiones productoras aumentarán sus recursos en regalías del 11,2% al 25%, y el nuevo modelo destina una inversión total del 34% para el desarrollo de proyectos de alto impacto regional, distribuida principalmente con criterios de población, pobreza y desempleo. La integración regional es una apuesta necesaria que nos obliga a pensar en identificar lo que tenemos en común y planear el desarrollo del territorio de manera integrada y sostenible. Por ejemplo, la conectividad intermodal y logística, que permitan consolidar a la región de los Santanderes como eje logístico, competitivo y sostenible de Colombia.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad