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opinion/columnistas/sergio arenas
Domingo 05 de junio de 2022 - 12:00 PM

No se trata de Rodolfo

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Venimos de una historia de polarización que por años ha alimentado la política colombiana

de tal manera, que nos han vendido la idea que los ciudadanos pertenecemos a tres grupos: derecha, izquierda o centro.

A estas etiquetas nos han llevado los estrategas políticos tratando de fidelizar nuestras conciencias, a tal punto que manifestar la preferencia sobre un candidato se ha convertido en una humillación pública y en un riesgo de vida derivado de los ataques sistemáticos de los diferentes grupos, especialmente, de los extremistas.

Lo que ha pasado en Colombia en estas elecciones a la presidencia, es una gran oportunidad. Los ciudadanos logramos quitarnos el ropaje obligado que nos han puesto sobre las espaldas por años. Esto ya no se trata de derecha, izquierda o centro; se trata de ejercer el derecho al voto de manera libre y sin ningún tipo de estigmatización, y esto se logró gracias a que en la contienda aparece un ser que se desmarca de esas etiquetas con una narrativa que resume lo que la mayoría de los colombianos piensa: y es que estamos absolutamente mamados de la corrupción.

Por fin aparece alguien que enfrenta el sistema sin ponerlo en riesgo, que lo encara sin acabar las empresas, que lo reta sin eliminar lo que funciona, que lo contradice sin tenerque exponernos a regímenes totalitarios, que desechó la política del miedo por la de la esperanza, ese alguien es Rodolfo Hernández.

Hoy tenemos como opción dos personas que representan dos modelos y estilos de gobiernos diferentes. Por un lado, está Gustavo Petro que representa una clase política desgastada que por años no solo ha vivido de ella, sino que con su forma de liderar ha construido un discurso de división de clases sociales que destruye cualquier posibilidad de reconciliación social y que ha sido el único que ha logrado hacernos creer que lo anormal sea normal, que los que hemos defendido las instituciones, la familia, la propiedad privada y la libre competencia ahora somos los enemigos del país y que el comulgar con líderes de centro o de derecha nos hace corruptos y hasta asesinos. Por otro lado, Rodolfo Hernández que representa el Colombiano promedio que desde sus inicios luchó por tener una empresa que hoy le permite liderar procesos de transformación social, con todas sus virtudes y defectos pero con un objetivo claro; unir el país como Colombianos.

Rodolfo Hernández logra dejar una huella imborrable al ser el único que cambió la forma de hacer política y que nos devolvió la esperanza de tener un país donde el ciudadano es el eje central de cualquier política pública.

Estas elecciones no se tratan de caer en el mismo juego con el que nos han manejado por años, rodolfistas, uribistas, petristas, fajardistas, fiquistas. Esto se trata de lograr dar con nuestro voto un mensaje contundente a nuestros políticos, sin poner en riesgo las instituciones y la democracia.

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