lunes 25 de julio de 2022 - 12:00 AM

Sergio Arenas

Santander en Transición

Image
Columna de
Sergio Arenas

El nuevo gobierno debe tener muy claro que donde nació el petróleo, nace la transición energética. Barrancabermeja, capital actual del petróleo, a partir del 07 de Agosto, será la capital de la transición energética y en ese sentido, el nuevo presidente dentro de su plan de cierre de la industria extractiva, deberá priorizar a Santander en el Plan Nacional de Desarrollo, para que los procesos de transición energética se aceleren y de esta forma se minimice el impacto económico relacionado.

Colombia se ha comprometido a reducir en un 51% las emisiones de Gases de Efecto Invernadero y ser un país Carbono Neutral a 2050. Es por ello que la estrategia de Ecopetrol “2040” referente a la transición energética y economía circular que tiene cuatro ejes transversales (competitividad, diversificación, descarbonización y sostenibilidad), deberá tener toda la atención del Gobierno Nacional, especialmente para que dentro de los objetivos de dicha estrategia, otros sectores productivos puedan acceder a las casi 82 patentes vigentes de Ecopetrol, como también a la creación de líneas de financiación para proyectos relacionados con los objetivos de desarrollo sostenible de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Entre las innumerables iniciativas, está la relacionada con el biochar como derivado carbonado estable producido a partir de biomasa vegetal y/o animal, para su aplicación en agricultura sostenible. En Santander ya tenemos una iniciativa al respecto y los cultivos de palma africana, por ejemplo, se convierten en el principal productor de biomasa para la producción de biocombustibles de segunda generación, como para la captura y almacenamiento de carbono. El sector de la palma es clave en la transición energética.

El Biochar no solo contribuye a este propósito, sino que además es el producto número uno en secuestro y guardado de emisiones, permitiendo no sólo reducir sino generar emisiones negativas de carbono.

Mediante la valorización y transformación de este tipo de residuos, Santander podría contribuir radicalmente a dicho compromiso y a su vez, al aumento del PIB mediante el manejo inteligente de la biomasa en agroindustria (2.36 Billones de pesos anuales).

Nuestros representantes políticos, los gremios, universidades y sociedad civil deberán estar muy alienadas a apoyar estas iniciativas y exigir que dentro de las políticas públicas que se crearán en este nuevo gobierno a partir del nuevo modelo económico, los demás sectores productivos puedan apoyarse en el Instituto Colombiano del Petróleo (ICP) con el fin de compartir conocimientos que ayuden a este propósito.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
Otras columnas
Publicidad
Publicidad
Publicidad