Publicidad

opinion/columnistas/sergio rangel
Sábado 10 de abril de 2021 - 12:00 PM

El espectro de la guerra

Compartir
Imprimir
Comentarios

“...De Bolívar se puede hablar entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño...”, José Martí. Traigo a cuento este pensamiento de Martí porque con Venezuela nos une y nos separa tantas cosas a la vez. En combate las tropas venezolanas se enfrentan a las disidencias de las Farc con numerosas bajas en ambos bandos. El Ministro de Defensa venezolano afirma que Colombia intenta desestabilizar el gobierno en alianza con la subversión. Nada más absurdo. No sabemos a dónde va a parar el gravísimo asunto. Se podría pensar que los militares venezolanos están haciendo bien la labor que no puede hacer Colombia en su territorio. La realidad es que ellos no quieren intrusos en el negocio fabuloso de la droga, el negocio es con otros.

Es bueno recordar episodios del pasado por los que Colombia y Venezuela se acercan y se distancian a la vez. Durante muchos años Colombia reclama tener derechos sobre buena parte del Golfo de Venezuela. Derechos que le corresponden por normas internacionales, ya que la Guajira colombiana tiene costas sobre esas aguas del Caribe. Los grandes yacimientos de gas y de petróleo han dificultado de siempre las negociaciones. Fallos de derecho internacional obligaron a los dos gobiernos de la época, 1979, de Colombia Julio César Turbay y Luis Herrera Campin de Venezuela, a nombrar sendas comisiones y a llegar a un acuerdo que se llamó “Hipótesis de Caraballeda”. Las conversaciones se llevaron dentro de un gran sigilo. Con el acuerdo se pensó que era el fin de peligrosos roces. El Golfo quedaría de soberanía compartida entre los dos países, así como la explotación de los yacimientos petroleros existentes en el área. Además, Venezuela suministraría petróleo a Colombia con precios favorables y de esas transacciones se crearía un fondo para reforestación y defensa hídrica de las zonas limítrofes.

El afán periodístico y el deseo de ser alguien el autor de la “chiva”, lo dice Julio Londoño Paredes, uno de los negociadores, dieron al traste con el “Hipotético acuerdo”. Los militares venezolanos presionaron y amenazaron dar un golpe de Estado. El resultado del “Hipotético”, fue que tropas venezolanas se apoderaron de las aguas del territorio colombiano.

Hoy, ni la comunidad internacional, ni el “Cantinflesco Maduro”, ni el ministro de guerra venezolano, forrado de “condecoraciones de lata” , pueden esconder la situación intolerable de peligro de millones de hambrientos venezolanos que llegan a Colombia. De delincuentes de las cárceles que abrieron. Ni del peligro de contagio de Covid tratado engañosamente con gotas de José Gregorio Hernández. “Agudizar las contradicciones” es una estrategia marxista”. Ojo, las guerras comienzan antes de los límites.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad