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Sergio Rangel
Sábado 12 de septiembre de 2020 - 12:00 PM

El matón de barrio

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Nunca como hoy tuve tanta dificultad para escoger tema. Son demasiados los hechos que se presentan en el país. La sorpresiva pandemia que arruina la economía y aumenta el desempleo. El aislamiento que disparó la irascibilidad. Los perros confinados pierden el pelo, muerden el rabo y a sus propios dueños. En las redes odio y violencia, espejismo del socialismo fracasado en el mundo, la desinformación manejada desde el exterior. La paz lograda, un desastroso sainete, despilfarro de millones y millones de pesos, y la violencia arrecia.

Sobre el fin de la “droga maldita” hubo en el país una esperanza. Los científicos del mundo encontraron que nuestras opiáceas servían para curar mediante sobijos o en pastillas los dolores del cuerpo y del alma. Los delirios de los presidenciables, la hipocresía, la melancolía, la neurastenia, el mal aliento. Sin embargo supieron que todo en Colombia es imposible. Enredijos legales y no legales, como costurero de tejidos de una abuelita loca. Imposible cultivar, exportar, medicar las hierbas que nos han costado tantas lágrimas. Maldito billete verde.

No lo creerán Uds, Beff Bezos el dueño de Amazon, con un patrimonio de 3.2 billones de dólares, intentó meter la nariz en este increíble negocio de las hierbas y no pudo. En Colombia prospera únicamente lo ilegal.

Si yo no hubiese leido el Catecismo Astete, y en una diarrea mental, a Marx y a Engels, el bodrio que es el Manifiesto Comunista, hoy estaría convencido que el juicio final nos estaba tocando a la puerta. Todo este despelote sucedió antes en la historia del mundo. En el Capital, Marx, advertía en 1863 que las máquinas desplazarían a los obreros en las fábricas y el desempleo traería la ruina y el hambre. El Manifiesto Comunista se leyó en todos los rincones. En 1871 una gran revuelta en París parecía que los jóvenes obreros del mundo tomarían el poder y los ricos a la horca. Muchas cosas de esas sucedieron. Pero el mundo siguió su desarrollo, con las mismas angustias de siempre, como ahora.

En un un correo el publicista, Gustavo Sorzano Bautista, comenta que existe un estado general de crispación mundial. ... “cabezas cuadradas, redondas, ovoidales, alargadas, achatadas, todas sin cerebro integrado. Apocalipsis, un estado de caos, un “oximocron”. Contrasentido, cuando aparece el “ordenador” aparece la “desorganización”. La cultura y la tecnología están en desincronía con la evolución.. Un nuevo orden y morirá el antiguo... que la tecnología va en aceleración más allá del ajuste social y los jóvenes “enloquecen” . Un peligro latente. Surgieron otros Petros, matones de barrio azuzando marchas, Cárdenas, en Bucaramanga (Santurbán), Daniel Quintero, Medellín (Ituango), Claudia López (Bogotá. Reformar la Policía). Organizando vándalos que nos pueden llevar a un retroceso brutal. La “oclocracia”. Fresco el caso policial de Ordóñez, el matón del barrio.

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