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opinion/columnistas/sergio rangel
Sábado 27 de agosto de 2022 - 12:00 PM

El poder de no hacer

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“No making power” es un aforismo “gringo” que puede traducirse también “sin poder de decisión”. Me refiero en este artículo otra vez al “no hacer”. En mi artículo pasado culpé “del no hacer” al “monje loco”, el ministro de obras Uriel Gallego, que decidió la vía por Pamplona, en cambio de la vía por el Escorial. Tramo construido, tramo caído por colubiones. Además de especificaciones ridículas para una vía internacional de gran tráfico de carga pesada. Gústenos o no nos guste Maduro, la vía por el Escorial es de imperiosa necesidad. Pensar como pensó Duque que Maduro se caería, sin saber que los “gringos” hipócritamente lo soportaban, pensando que tarde o temprano el petróleo y el gas sería de su utilidad. Maduro recurriría a los técnicos americanos para poder operar PDVSA (hoy lo estamos confirmando). La salvación de la pequeña industria manufacturera (hoy quebrada ) y la producción de pancoger de Colombia depende de los mercados venezolanos de frontera. Es la verdad, ¿por qué los venezolanos se arriesgaron en una inversión cuantiosa construyendo el puente de Ureña? La politiquería no vale nada frente al hambre. En China, la política (comunista) la metieron en un cajón y desarrollaron los mercados y gran tecnología. Y no es simplemente conectarse con Venezuela, es poder romper algo parecido al “Tapón del Darién”. El tramo corto y de escasa pendiente nos abriría las puertas de las autopistas del Ecuador y de ahí hasta la Patagonia. Tengo un amigo que comenzó transportando carga de Cali al Ecuador y de un doble troque ya va en cuatro, y dice llegará a 10 camiones y pisará las carreteras peruanas también. Los muelles colombianos anticuados y mal escogidos están colapsados y los venezolanos a nuestra disposicion están subutilizados.

Tocar el tema de la planta de fertilizantes “Monómeros Colombovenezolanos” es pisar un gran callo de “politiquería”. Se pensó primero en la politiquería (no en la tecnología) y después en la necesidad de los fertilizantes para el campo colombiano. Sabiendo además que por politiquería y malos manejos de los “camaradas de la USO” se quebró Ferticol de Barrancabermeja.

Petro sueña con trenes. Quizás si se quedase en el poder 50 años. En el mejor de los casos nuestro único ferrocarril descansa en la estación de la Sabana. De ahí para abajo no existen líneas férreas. En el Perú un tren de carbón va a llevar turistas a “Machupichu”, de ahí en adelante como en Colombia se robaron los rieles. En Argentina y Chile los trenes son de 1982.

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