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Victor Castillo
Viernes 09 de junio de 2023 - 12:00 PM

Agua y gestión del riesgo

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Aún están frescas en la memoria las imágenes de cientos de personas haciendo largas filas para abastecerse de agua potable en Piedecuesta, un municipio que en noviembre del año pasado se vio obligado a suspender el suministro del líquido por más de cuatro días ante los problemas en el sistema de captación.

Esa solo es una evidencia de lo frágil que puede llegar a ser el proceso de suministro en gran parte del país, que ahora deberá enfrentarse a un nuevo reto: el Fenómeno del Niño, que de acuerdo con el Centro de Predicción Climática de la NOAA (división del Servicio Meteorológico de Estados Unidos) ya inició.

Piedecuesta no es el único municipio de Santander que está en riesgo de desabastecimiento con la llegada de este evento climático. Son más de 38 los municipios que han sido identificados por el Gobierno Nacional como zonas en las que se pueden presentar los mayores impactos en el departamento. En el listado se encuentran Barichara, Barrancabermeja, Los Santos, San Gil, Socorro, Vélez y Zapatoca, entre otros.

Hace siete años, cuando el país y el mundo enfrentó uno de los más fuertes fenómenos del Niño de la historia, Santander fue uno de los más golpeados. De los 87 municipios que tiene el departamento, se declaró calamidad doméstica parcial en 21 por desabastecimiento de agua y 16 estuvieron en alerta roja por racionamiento.

Aunque no se puede predecir con exactitud la fuerza que tendrá El Niño, el Servicio Meteorológico de Estados Unidos ha indicado en sus últimos reportes que hay un 84 % de probabilidad que se supere su intensidad moderada. Este panorama, sumado a la temporada seca que suele vivir Colombia al inicio del año, nos lleva a pensar que los primeros meses de 2024 serán complejos.

Además de los factores naturales, Santander ha tenido que cargar históricamente con las consecuencias de la corrupción en proyectos de soluciones de agua, como lo fue en su momento el acueducto de Los Santos, y de la falta de planeación para responder de la mejor manera a las crisis de sequía.

Ojalá que esta vez, con las alertas tempranas que se han generado desde diversos sectores, el gobierno departamental trabaje de forma óptima y se rodeé de entidades técnicas, como el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, que tiene toda la capacidad para brindar soporte y ayudar a paliar la situación crítica que se prevé.

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