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Victor Castillo
Viernes 16 de octubre de 2020 - 12:00 PM

Cifras respaldan las medidas adoptadas

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Gracias a un trabajo juicioso de las autoridades, dirigidas por el alcalde Juan Carlos Cárdenas, paulatinamente la ciudad retoma su vida y se reactiva la economía, sin que se pueda demostrar un deterioro de los indicadores de salud en medio de la pandemia del COVID-19.

A pesar de las voces de algunos epidemiólogos que pronosticaban una catástrofe de salud pública y pedían prolongar el confinamiento y no abrir la economía, las cifras reflejan una disminución progresiva de casos desde el 17 de agosto, fecha en la que todo parece indicar que se alcanzó el pico regional, con más de 850 contagios y 37 personas fallecidas.

Los datos publicados por el Instituto Cardiovascular de la FCV y Hospital Internacional de Colombia (HIC), que se pueden consultar en www.fcv.org, ayudan a soportar esta información. A 15 de octubre, de 128 camas dispuestas para atención de COVID-19 en estos hospitales, solo 45 se encontraban ocupadas. En cuanto a pruebas PCR procesadas, hace dos meses cerca del 40 % de los resultados eran positivos y hoy la cifra es del 10 %.

Estos valores, asociados a que la mortalidad por COVID-19 se mantiene entre 7 y 13 personas diarias en el departamento, nos permiten pensar que las medidas de cuidado con responsabilidad individual por todos conocidas han ayudado a disminuir el impacto de la pandemia.

La recuperación del empleo y del consumo, y por lo tanto del ingreso de las familias, requiere del apoyo de todos. Hay ya claros signos de mejoramiento del índice de confianza de los consumidores y otros indicadores que reflejan la reactivación. No debemos perder de vista que el virus llegó para quedarse endémicamente en el mundo y que después de 10 meses de pandemia no existe un tratamiento probado y efectivo para el mismo, por lo cual debemos continuar con todas las acciones preventivas y hacer extensivas las medidas tomadas por la Alcaldía de Bucaramanga a toda el área metropolitana y al resto del departamento.

Se requiere con urgencia que el Gobierno Departamental levante la alerta roja hospitalaria. Los indicadores soportan esta decisión. Actualmente el 90% de los pacientes en los hospitales son NO COVID-19. El reforzamiento de la estrategia PRASS, tomando mucho más pruebas y detectando los casos positivos para aislarlos selectivamente, ha impactado positivamente el control de la propagación, como ocurrió en Corea.

Hay que destacar el importante esfuerzo de entidades públicas y privadas de la región en la ampliación de la capacidad instalada para procesar pruebas PCR, pasando de una capacidad 300 a 2.000 pruebas diarias con oportunidad en el reporte de 24 horas. No obstante este esfuerzo local, no se entiende cómo las EPS prefieren enviar las pruebas a otras ciudades a pesar de que los resultados superan en tiempo los 7 días, como lo informó el Alcalde Cárdenas.

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