Hacer realidad el sueño de pasar del mediocre puesto 17, en el ranking en el último informe del Consejo Privado de Competitividad, al primero como el mejor sistema de salud en el país depende de nosotros como región, con el liderazgo de nuestros mandatarios y como ya dijimos del empoderamiento de la comunidad. Tenemos todo para hacerlo: excelentes centros hospitalarios muy bien posicionados en el contexto latinoamericano con acreditaciones nacionales e internacionales, tres facultades de salud con formación de pre y postgrado de muy buena calidad, que deben agregar más valor al sistema, fortaleciendo la formación e investigación en medicina familiar, atención primaria, promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Es una necesidad inaplazable y es más rentable social y económicamente invertir en prevención, en la detección temprana de las enfermedades como el cáncer, cardiovasculares e infecciosas, entre otras, con menos perdida de años de vida saludable que gastar recursos en tratamientos costosos.
Se requiere intervenir los factores pre determinantes de la enfermedad, en el manejo eficiente y despolitizado de los hospitales públicos, las redes integradas que promuevan la salud y prevengan la enfermedad.
La exigencia igualmente de servicios médicos con calidad en las IPS públicas, privadas y profesionales de la salud es imperativa. Proveer por parte de las autoridades de la información periódica y suficiente del desempeño en cuanto al número de quejas, satisfacción del usuario, mortalidad general y por patologías, tiempos de espera para atención en urgencias, en consultas, procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos electivos, tasa de infecciones, eventos adversos entre otros crea una comunidad empoderada que puede tomar mejores decisiones a la hora de buscar su prestador y su afiliación a la EPS.
Desterrar malas prácticas como el pago ilegal a los conductores de las ambulancias por llevar a los accidentados a determinados centros hospitalarios, aun arriesgando la vida de los pacientes el mal llamado cartel de la ambulancias y muchas otras más es una obligación de los entes de control.
Si se logra migrar el millón de afiliados de EPS que prestan muy mal servicio que no tienen red hospitalaria contratada cuyo único objetivo es lucrarse a costas de la salud de los santandereanos a las mejores EPS, es un paso adelante muy importante.
