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opinion/columnistas/victor castillo
Viernes 07 de octubre de 2022 - 12:00 PM

Las crisis en la economía del país

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El comportamiento de la economía en el mundo y en nuestro país nos tiene estupefactos a quienes no somos expertos en la materia. Es inevitable no pensar ahora en las crisis más graves que atravesó Colombia en los últimos 30 años.

En el 98, la crisis se generó por la Unidad de Poder Adquisitivo Constante (Upac), una fallida política de créditos hipotecarios. Los pagos mensuales de los colombianos que tomaron esta opción no alcanzaban para cubrir las tasas de interés, por lo que el valor adeudado por el inmueble crecía en el tiempo a valores tan exorbitantes, que la deuda superaba por mucho el valor de la propiedad.

Al estallar esta burbuja inmobiliaria imposible de pagar, el sector financiero entró en crisis, con quiebra de un número importante de entidades bancarias, pérdida de valor en la sociedad y una recesión importante. Debido a esta situación, el gobierno colombiano decidió crear el fondo de garantías FOGAFIN y el impuesto del 2 por mil a las transacciones bancarias. Ese año se registró una pérdida del 4,5 % del PIB.

Una década después, una crisis global originada en Estados Unidos por el desplome de la burbuja inmobiliaria, parecido al mencionado anteriormente, terminó por afectar al país. ‘La Gran Recesión’, como se conoció este hecho, terminó con la quiebra de importantes instituciones financieras en el mundo como Lehman Brothers.

En 2012, el desfalco en Interbolsa, una de las mayores captadores del sistema financiero colombiano, con calificación AAA y unos profundos actos de corrupción y especulación, generó pérdidas enormes a los ahorradores. El país entró en una profunda crisis económica y social que casi colapsa el sistema de inversión en el mercado de capitales.

La crisis por la caída de los precios internacionales del crudo, en 2015, causó un impacto especialmente en las regiones del país que dependen de forma importante de esta industria, como los Llano Orientales y nuestro departamento, que retrocedió una década en inversión económica.

Como si fuera poco todo lo ya vivido, los confinamientos obligatorios por la pandemia del COVID-19 paralizaron la economía mundial. Además de la mortalidad de más de 8 millones de personas, se generó una crisis económica profunda que obligó a los estados a emitir dinero por sus bancos centrales para inversión en salud y otorgar subsidios a las personas menos favorecidas, provocando un rebote importante en el crecimiento económico para 2021.

Sin embargo, como efecto colateral de esta política de expansión monetaria, se generó a nivel mundial una inflación de muy difícil control, de la cual Colombia no ha sido ajena. Los mismos bancos centrales aumentaron de forma importante las tasas de interés con el objeto de frenar la economía, situación que seguramente nos llevará a una profunda recesión, con las graves consecuencias que esto implica. Adicionalmente, el Congreso aprobó en primer debate una reforma tributaria que aumenta las tasas impositivas para recaudar 22 billones de pesos anuales. Aún no se conoce con claridad su impacto en una economía afectada como la de hoy.

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