sábado 14 de enero de 2023 - 4:00 PM

Reforma a la salud

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Columna de
Victor Castillo

Con la propuesta de reforma a la salud, promovida desde la campaña presidencial del mandatario Gustavo Petro, y estando ad portas de ser presentado el proyecto de ley que modifica el sistema de salud colombiano, se ha generado un gran debate en la sociedad respecto a si el sistema es bueno o malo; por una parte, el gobierno lo evalúa como el sistema más malo del mundo, sin embargo, los defensores del sistema, consideran lo opuesto.

El hecho de que en Colombia se haya liquidado más del 85 % de las EPS creadas desde la promulgación de la ley 100, que, según la Superintendencia Nacional de Salud, dejó millonarias deudas que superan los 36 billones de pesos, y que solo siete de las 24 EPS existentes en funcionamiento del país tengan condiciones de permanencia, apoya la teoría de las grandes dificultades que tiene nuestro sistema.

Sin embargo, hay logros importantes que no podemos desconocer. Uno de ellos, que ha permitido el desarrollo de un sistema hospitalario fortalecido y que hoy es uno de los mejores de América Latina. Como prueba de esto, podemos encontrar que, dentro de los 10 mejores hospitales de Latinoamérica, cinco son colombianos, según el ranking de la revista América Economía.

No obstante, por diferentes razones y de forma paralela, existe un gran deterioro en la red hospitalaria pública, -que indiscutiblemente es indispensable para el buen funcionamiento del sistema de salud-, ocasionado por la politización, corrupción y falta de eficiencia operacional de estas instituciones en el territorio nacional. El modelo actual, desafortunadamente, promovió un detrimento en las capacidades resolutivas y de gestión de la red pública que atiende a las poblaciones menos favorecidas, especialmente de las regiones de pequeñas poblaciones y áreas vulnerables del país.

Aunque hubo grandes mejoras en relación al modelo anterior, en cuanto a cobertura y registro en el sistema (alcanzando el 98 % de la población), el sistema en este momento no garantiza el acceso a la Colombia profunda, a servicios médicos de forma oportuna.

En relación a la calidad de los servicios, hay una gran debilidad del sistema, donde solo un pequeño número de IPS -no mayor de 65- están acreditadas, y ninguna EPS cuenta con la acreditación en calidad. Para cerrar esta brecha se requiere la implementación de estímulos a la calidad, con el fin de incentivar la adopción de los mejores estándares que mejoren la atención de los servicios de salud a la población.

Aunque la Ley 100 en la teoría favorece la promoción de la salud prevención de la enfermedad y diferentes gobiernos establecieron estrategias para implementar estos programas, la realidad es que, una de las mayores falencias del actual sistema, es la falta de compromiso por parte de las EPS en la implementación de programas efectivos de promoción y prevención, lo que ha generado un gran deterioro en la salud de la población con un notorio impacto en el gasto de este sector.

Estaremos atentos a conocer el proyecto de ley que presentará el gobierno para hacer un análisis a profundidad de los beneficios que puede tener para el país.

Autor
Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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