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Yesid Lancheros
Domingo 23 de diciembre de 2018 - 12:00 PM

Vitalogic, un año sin saber la verdad

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La única manera de conocer la verdad del escándalo de Vitalogic, que por esta época cumple un año, es que la justicia actúe y deje de darle largas a un asunto trascendental para el presente y el futuro de Bucaramanga.

Ni la Fiscalía ni la Procuraduría han avanzado, como lo amerita una investigación de estas características y que compromete a Luis Carlos Hernández Oliveros, el hijo del alcalde, a funcionarios de la Emab, políticos, intermediarios y a la empresa Vitalogic. Todos se habrían confabulado para quedarse con el negocio de las basuras, acordando en una notaría el pago de millonarias comisiones en dólares.

Por eso, resulta preocupante que cerremos el 2018 y sigamos sin saber qué pasó. El jefe de gobernanza, Manuel Azuero, lo ha calificado como el “episodio más difícil” que ha afrontado el gobierno de Rodolfo Hernández a lo largo de estos tres años.

No es para menos. El escándalo puso en entredicho un discurso y le puede restar legitimidad a unas acciones que se han venido tomando para erradicar la corrupción en nuestra ciudad y que le reconocemos al Alcalde y a su equipo.

Pero Vitalogic sigue ahí, incluso con una insólita demanda contra la Emab por 579.0000 millones de pesos por no haberles entregado ese negocio a dedo. Este escándalo sonará con fuerza en el 2019, en medio de la campaña electoral, ya que la lucha contra la corrupción será un tema clave.

Luis Carlos Hernández Oliveros debe dar la cara. Su silencio solo alimenta las especulaciones. Su padre, el Alcalde, ha dicho que cometió una “indelicadeza”, que fue “estúpido e ingenuo”. Queremos saber la verdad.

También deben contar todo los protagonistas de este escándalo, como Carlos Gutiérrez Pinto, Édgar Castellanos González, José Manuel Hormaza, Héctor Murillo, Luis Andelfo Trujillo, Jorge Hernán Alarcón, entre otros. Lo de Vitalogic no puede quedar en nada.

Dato de cierre: O los interesados en el PAE en Bucaramanga cambiaron sus prácticas, de la noche a la mañana, o somos ingenuos y queremos mirar para otro lado. Necesitamos una reforma para sacar a los corruptos de la alimentación de los niños.

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