Concejo, ¿cómo vamos?
Esta semana se conocieron los resultados del análisis que sobre el desempeño de los concejales de Bucaramanga que realiza “Concejo, ¿cómo vamos?”. Este es un proyecto académico, que surge del programa “Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos”, para realizar seguimiento a la labor del Concejo de la capital santandereana, y que cuenta con el apoyo de la Cámara de Comercio, la Unab, la Fundación Participar, la UIS, la Universidad Santo Tomás, Vanguardia Liberal, Financiera Coomultrasan y Fundación Corona.
De modo que se trata de un análisis independiente, lejos de cualquier interés político, que pretende ser los ojos de la sociedad a la labor de esa corporación.
Sin que nos sorprenda, la última medición muestra que falta mucho para que los bumangueses tengamos un Concejo operante y que represente en verdad las necesidades de los electores. Sin embargo, cabe destacar que según este análisis, Arturo Zambrano, concejal del Partido Centro Democrático; Jhon Claro, del Partido ASI (quien recibió el golpe del alcalde Rodolfo Hernández que llevó a su suspensión) y Jorge Flórez, del Polo Democrático, son los concejales que alcanzaron las mejores calificaciones, tras un trabajo acertado de control político en el cabildo.
En contraste, los tres peores concejales son Nelson Mantilla, del Partido MAIS; Javier Ayala, del Partido Liberal, y Jhon Marcell Pinzón, del Partido de la U, que muestran un pobre desempeño en propuestas, asistencia y calidad de sus intervenciones. Pinzón, quien heredó su curul de su padre, ‘Chucho Limonada’, condenado por estafa, aparece en el consolidado general de control político y de asistencia al Concejo como el peor de todos. Es más, se encuentra en licencia desde hace varias semanas y ni siquiera asistió a la presentación del informe.
De acuerdo con los analistas, lo que preocupa es ver que el Concejo ha dedicado su tiempo a controvertir los informes de gestión que presenta la Alcaldía de Hernández, pero no realiza debates de control político sobre temas trascendentales para la ciudad. Del mismo modo preocupa que los minoritarios, cuando han querido hacer estos debates, no han contando con el eco de la mesa directiva.
Esto va a seguir ocurriendo mientras sigamos eligiendo a personas no ideóneas para representarnos. La culpa de que estos personajes incluso repitan curul es de los mismos ciudadanos, que con su voto, siguen permitiendo que quienes no lo merecen nos representen. Ojalá este informe sirva para abrir los ojos.