Desde hace varios años, el sector comercial de Cabecera se ha convertido en un problema mayúsculo que ninguna Alcaldía ha sido capaz de enfrentar suficiente y adecuadamente. La que fuera una de las zonas más seguras y hermosas urbanística y arquitectónicamente de la ciudad, de importante desarrollo residencial y comercial y un creciente énfasis en sitios de diversión diurna y nocturna, en fin, un sector de Bucaramanga que prometía convertirse en un verdadero polo del urbanismo, es hoy un verdadero caos en el que opera todo lo contrario de lo esperado: una desbordada inseguridad, contaminación en niveles inaceptables, tráfico totalmente descontrolado, invasión del espacio público, piratería etc.
A esto se llegó por la incompetencia de las administraciones que permitieron ese crecimiento desordenado del comercio en una zona que era netamente residencial, lo que luego evolucionó hacia la anarquía. Las alcaldías no actuaron ni a tiempo, ni con el conocimiento y el acierto necesarios para corregir el rumbo oportunamente.
La problemática que reúne hoy Cabecera compromete, evidentemente, un esfuerzo integral de la Alcaldía de Bucaramanga que, por ahora, acaba de lanzar la idea de reformar en amplia medida las manzanas conocidas como ‘Cuadra Play’, comprendidas entre las carreras 33 y 35 y las calles 48 y 49.
La iniciativa es positiva y responde a una necesidad real, sin duda, pero preocupa que no trasciende el ámbito de pasadas administraciones que pretendieron lo mismo y se quedaron en promesas incumplidas, trabajos inconclusos y profundos errores conceptuales. De hecho, parte del proyecto que se ha adelantado a la opinión contempla el desmonte del ‘urbanismo táctico’ con el que la pasada alcaldía pensó que podía abordarse una situación tan compleja como la de Cabecera, propuesta que hoy ha probado su fracaso prácticamente en todos los sectores de la ciudad donde se impuso.
Ordenar y adecuar debidamente ‘Cuadra Play’ es un buen objetivo, pero es sólo una pequeña parte de los agudos problemas que enfrenta Cabecera y sobre los que también debe actuarse con prontitud: la movilidad vehicular y peatonal, la delincuencia, la ocupación creciente de los andenes por parte del comercio formal e informal, la contaminación visual y por ruido, el estado de los parques, entre muchos otras, son tareas que los residentes esperan que se acometan pronto, también en la idea de que pueda recuperarse, así sea en parte, la importancia y la proyección del sector, que se ha perdido casi por completo en los últimos años.
