Cabecera sigue esperando un gobierno que atienda sus grandes necesidades
No es casualidad ni capricho que los residentes de Cabecera, una vez más, como lo han hecho con las últimas administraciones municipales, reclamen la debida atención a su barrio, al que afectan múltiples problemas sin que ninguno de los gobiernos haya tomado acciones decididas para devolverle a este sector de Bucaramanga la importancia que tuvo y la potencialidad que, a pesar de todo, conserva como centro residencial, de comercio, de negocios y de turismo de la meseta.
Sin embargo, hace muchos años Cabecera sufre por cuenta de la incontrolada congestión vial, resultado de la falta de autoridad, de vías, de parqueaderos y de criterio de parte de la Dirección de Tránsito. Este tráfico arrastra otro problema mayúsculo para la zona y es la alta contaminación del aire y la que causa el ruido, al punto que en muchas mediciones esta zona resulta ser la más afectada por esta razón. La invasión del espacio público por vendedores informales, el estado de deterioro de algunos parques y de buena parte del mobiliario urbano, o el abandono de predios que sufren el paso del tiempo y comienzan a convertirse en peligro para los peatones son algunos de los problemas que Cabecera afronta hace tiempo.
Pero quizás el mayor problema actual para este importante sector residencial y comercial de la ciudad es el de la inseguridad que ya es de vieja data. Desde que existe el programa ‘Bucaramanga Cómo Vamos’, los informes sobre este aspecto han sido especialmente críticos, que un año tras otro ha mostrado un resultado negativo para este sector que, en 2013, por ejemplo, según cifras de la alcaldía de entonces, era el segundo en número de delitos en toda la ciudad, un balance que se ha repetido ya varias veces.
Los residentes de Cabecera han visto cómo en las últimas semanas la inseguridad se ha acelerado, al punto que se ha registrado la quema de dos motocicletas, unido a los diversos casos de ciudadanos que en redes denuncian ser víctimas de raponazos y robos callejeros. Por esto han hecho un llamado a la administración Cárdenas, para tener una respuesta más eficaz que la que obtuvieron de gobiernos pasados y tener resultados en materia de seguridad.
La situación de Cabecera se agrava y seguirá agravándose si no se insiste en planes de ataque frontal a toda esta problemática y no se implementan cuanto antes, soluciones profundas y de largo plazo. Cada día que pasa sin acciones es un día ganado para la delincuencia y la ilegalidad.