¿Dónde están las sanciones?
En días pasados en este mismo espacio se hablaba de las medidas de emergencia que recientemente tomaron las autoridades municipales de Bogotá y Medellín ante el alto grado de contaminación del aire que en tales urbes se respira.
La situación generó alarma entre los colombianos al percatarse que un serio problema que, ingenuamente creíamos era lejano, lo tenemos ya entre nosotros: la nube de esmog que circunda a nuestras ciudades y sus fatales consecuencias para la salud pública y el medio ambiente. Ello causa en el mundo cerca de siete millones de muertes al año, siendo los niños, mujeres y adultos mayores, las principales víctimas.
¿Cuáles son los grandes causantes de la contaminación del aire urbano? El tráfico motorizado y la industrialización.
Por nuestras ciudades y las carreteras del país rueda un porcentaje alto de vehículos que tienen problemas de emisión de gases derivados del hecho de ser movidos por diesel, combustible altamente contaminante, y las calles de nuestros centros urbanos están llenas de motocicletas, medio de transporte que tiene un proceso de combustión altamente contaminante. Pese a ello, unos y otros andan por las vías vehiculares como “Pedro por su casa”. Para morigerar tal causa de contaminación, se impuso la obligatoriedad de hacer periódicamente la revisión técnico mecánica a los vehículos, pero en gran porcentaje esa medida se evade, o bien, con fraude se logran los certificados de aptitud para deambular por las ciudades y carreteras.
A ello se suma que el grueso del parque automotor en Colombia está conformado por vehículos de más de seis años de uso, que exigen severos controles respecto de emisión de gases, que no se hacen.
Mientras siga habiendo conductas permisivas en tales materias, no tendrán futuro las políticas para frenar tan grave problema de salud pública.
Por otra parte, se cree equivocadamente que la medida llamada “pico y placa” es la panacea y su uso debe incentivarse. Ella es un remedio cortoplacista, insuficiente, no ataca a fondo el problema de contaminación del aire, pues los vehículos que más polucionan no son los autos particulares, sino los camiones, buses, volquetas y motocicletas.
Más racional es implementar otras estrategias para mitigar y reducir la emisión de material particulado, avanzar en la chatarrización y en la transición energética de los medios de transporte.