Actuar con mesura no significa, necesariamente, que el ritmo sea lento o que el tiempo empiece a malgastarse, por el contrario, es avanzar a paso seguro pero corrigiendo los errores que hasta hoy se han cometido.
Editorial
El control del dengue es responsabilidad de todos
En los últimos días las autoridades en Bucaramanga han alertado a la ciudadanía por el aumento significativo de los casos de dengue a lo largo del presente año y en las últimas semanas luego de que, después de una larga temporada seca y de intenso calor, comenzaron a presentarse las primeras lluvias y con ellas, a incrementarse el número de zancudos. La cifra oficial confirma más de dos mil 500 casos, mil 116 de ellos con consecuencias suficientemente complicadas como para que los afectados hubieran tenido que recurrir a atención médica, todo lo cual debe movernos a tomar las medidas necesarias.
El asunto es serio, pues la amenaza del dengue se eleva como un desafío significativo para la salud pública. La propagación del mosquito Aedes aegypti, vector del virus del dengue, exige una respuesta coordinada y decidida al mismo tiempo de la comunidad y las autoridades locales, pues es sobre todo de la adopción de medidas de prevención como podemos evitar una mayor proliferación del mosquito. Pero, debemos entender que la prevención del dengue no es simplemente una cuestión de responsabilidad individual, sino que es un compromiso colectivo que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad.
Por esto, es esencial aumentar la conciencia pública sobre la importancia de eliminar los criaderos potenciales del zancudo en los hogares y espacios públicos, para lo que la educación y la información son herramientas poderosas. En esto, obviamente, las autoridades locales desempeñan un papel crucial, pues, además del factor educativo, la implementación de programas de fumigación y eliminación de criaderos debe ser sistemática y regular. Es vital invertir en tecnologías y métodos eficaces para controlar la población del Aedes aegypti, además de que se debe fortalecer mucho más la vigilancia epidemiológica para detectar brotes tempranos y responder de manera oportuna.
La larga experiencia que en Bucaramanga y el área metropolitana se tiene, nos ha enseñado que el dengue no puede subestimarse, ni ignorarse y que, por el contrario, la prevención es la mejor defensa, por lo que todos, desde los ciudadanos hasta las autoridades locales, deben coordinarse en un esfuerzo concertado para erradicar esta amenaza cada vez que el contagio crece. En pocas palabras, la prevención y el control del dengue no es solo un derecho que tenemos que exigir, sino también una responsabilidad que compartimos como ciudadanos comprometidos con el bienestar común.