El presidente Gustavo Petro, quizás forzado en parte por los últimos resultados de la economía que ha mostrado índices preocupantes, parece, por fin, entender que de las posiciones dogmáticas, unilaterales, unidimensionales, solo queda el aislamiento y es lo que ha comenzado a experimentar su gobierno.
Editorial
El Eln, una pieza clave en el camino hacia la ‘paz total’ que propone el nuevo gobierno
La semana que terminó, la primera de la administración Petro, fue prolífica en hechos de gobierno y no simplemente en anuncios. Fue presentado el proyecto de ley de reforma agraria, el de reforma al sistema electoral, se reorganizó amplia y profundamente la cúpula militar, se dieron pasos determinantes en la reanudación futura de relaciones con Venezuela, al nombrar embajadores los dos países, y entre otros sucesos, los gobiernos colombiano y cubano oficializaron la isla como sede de los diálogos de paz que, al parecer, tendrán también muy pronto desarrollo.
Esto se deduce del anuncio hecho por los dos gobiernos y la liberación de nueve secuestrados, con la que el Eln quiso dar una primera demostración de estar en disposición de comenzar conversaciones de paz con el gobierno de Gustavo Petro, quien respondió al gesto asegurando que la libertad debe ser para todos, en referencia específica a miembros de la Fuerza Pública que siguen en poder de esa guerrilla, en una respuesta que dejó ver cómo, contrario a lo que pensaban algunos analistas, el presidente podría mostrar posiciones demasiado flexibles frente a los subversivos.
Tranquiliza, por una parte, ver que, al menos en estas instancias previas, el mandatario de los colombianos muestra un carácter firme frente a los futuros negociadores del Eln y, por otra parte, mientras se avanza y conocemos los nombres de la comisión del gobierno, es un factor de mucha confianza saber que se cuenta a la cabeza de toda esta misión con un hombre con la solidez moral e intelectual, la experiencia política y la convicción en la búsqueda de la paz como el canciller Álvaro Leyva Durán, un conservador íntegro, que puede ser hoy el colombiano con mayor recorrido en los caminos de paz que han tratado de abrirse en los últimos 50 años en Colombia.
Para el país entero, pero particularmente para la región de los dos santanderes, es de la mayor importancia que este diálogo comience y llegue a feliz término, dado que hasta comienzos de este siglo el Eln azotó grandes áreas en el Magdalena Medio santandereano y en la última década lo ha hecho en el Catatumbo.
Además, está perfectamente claro que para alcanzar el objetivo de paz total que tiene el presidente Petro, es pieza fundamental llegar a un acuerdo final con esta guerrilla, por lo que lo deseable es que el camino de esa paz se recorra en el menor tiempo y de la mejor manera posible, para bien de los colombianos.