El pasado 21 de marzo, hace prácticamente 3 meses, ocurrieron graves motines y desórdenes en las cárceles La Modelo, el Buen Pastor y La Picota de Bogotá, Picaleña de Ibagué, El Pedregal en Antioquia, de Jamundí (Valle), se abortaron los de las cárceles de Guaduas (Cundinamarca), Cúcuta, Valledupar. El 23 de marzo se fugaron 64 detenidos de la URI de Kennedy en Bogotá. A hoy, ¿qué medidas eficaces ha tomado el Gobierno Nacional para hacer frente a un sistema carcelario que hace agua por todos los costados, que es precario, deficiente, ineficaz?
La Corte Constitucional lleva años resaltando en numerosas sentencias que hay inmensa cantidad de deficiencias en nuestro sistema carcelario, pidiéndole al Estado que tome medidas pues el asunto tiene dimensiones inenarrables. En igual sentido se ha pronunciado repetidamente la Defensoría del Pueblo.
La precariedad, insuficiencia, deficiencia e ineficacia de nuestro sistema carcelario es algo sabido desde hace más de un siglo y los Gobiernos Nacionales que ha habido en tal lapso no han logrado tomar medidas adecuadas para hacer frente a tan grave problema.
Nuestro sistema carcelario no sirve para proteger a la sociedad de quienes cometen delitos, ni para la readaptación y resocialización de los delincuentes. La ineficacia de tal sistema lleva más de un siglo pues la Dirección General de Prisiones se creó en 1914.
En 1958, Germán Zea Hernández, entonces ministro de Justicia, informó al Congreso de las deplorables condiciones de hacinamiento, inseguridad, insalubridad de los reclusos y de la corrupción que había en el sistema carcelario.
Cuarenta años después, el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Andrés Pastrana, resaltó lo mismo.
En 2011 la Oficina Asesora de Planeación del Inpec destacó el mismo estado de cosas y por ello se creó la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec), buscando solucionar el problema. Hoy, 8 años después, los problemas son más graves pues hay que añadir que la Uspec tiene agudos problemas de corrupción e ineficacia.
Entre 1890, cuando se creó el Ministerio de Justicia y hoy, 130 años después, ha habido 73 colombianos que han sido ministros de tal cartera y ninguno de ellos ha podido, en tan amplio período, solucionar el grave problema de precariedad, ineficacia, insuficiencia, deficiencias y corrupción que hay en nuestro sistema carcelario y penitenciario.
