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Hay que mirar hacia la Troncal del Magdalena Medio
A Colombia la atraviesa, casi en su totalidad, la Ruta Nacional 45 que es una vía troncal que va desde la frontera con Ecuador, en el Putumayo, hasta Ciénaga, en el Magdalena. La denominación de esta vía, desde Honda (Tolima), hasta Santa Marta es Troncal del Magdalena, en tanto acompaña al Río Grande en su recorrido. En lo que concierne a Santander, la vía adquiere el nombre de Troncal del Magdalena Medio, que comenzó su construcción en 1984 y finalizó en 1996. El brillo y la importancia que tuvo para Santander cuando estuvo recién construido este tramo de la vía nacional, fue decisivo para el departamento.
Pero hoy, más de un cuarto de siglo después de concluida la obra, las cosas no son como podría esperarse, sobre todo si se piensa en la función primordial que cumple la vía para el transporte de millones de toneladas de carga de una innumerable cantidad de productos nacionales y extranjeros, sino también el respaldo crucial que prestaría esta ruta para el proyecto turístico en el que está empeñado Santander, si las condiciones de la vía fueran las necesarias y deseables. Pero, lamentablemente, un recorrido por la Troncal del Magdalena Medio actual, nos deja con la desazón que produce su estado francamente deteriorado.
El recorrido de la carretera por territorio santandereano es en la actualidad una experiencia desagradable y, sobre todo, peligrosa. Hay una gran cantidad de huecos en la vía que algunas veces la cruzan a lo ancho y con profundidades que son sencillamente inexplicables. Es urgente que el Gobierno Nacional, Invías, la ANI, y también la dirigencia de nuestro departamento, acudan al rescate de esta ‘Ruta del Sol’, por cuanto no podemos rezagarnos del resto de los departamentos que toca también esta Ruta Nacional 45, hacia el suroccidente del país, donde el estado de la vía es simplemente excelente.
Contar con una vía de la importancia de esta, en las condiciones técnicas debidas, con toda seguridad impulsará aún más el desarrollo del departamento, le daría una mejor oportunidad al transporte de carga, pero, sobre todo, una vez recuperada la Troncal y promocionada adecuadamente por su indescriptible belleza, podríamos abrir un inmenso horizonte para el turismo en nuestra departamento. Transitar con comodidad y seguridad por esta vasta, fértil y exuberante región de Santander debería convertirse cuanto antes en una realidad, que daría un impulso vital a nuestro turismo y a la economía regional en su conjunto.