Nuestros deportistas merecen un aplauso cerrado por su presentación en los Juegos Nacionales y todos los torneos a los que asisten, porque logran vencer a sus rivales en las pistas de competición, y también la irresponsabilidad e incompetencia de nuestra dirigencia.
Editorial
Hay que restar poder al microtráfico con operativos policiales y políticas públicas
Sin duda, uno de los elementos que aumentan la sensación de inseguridad de las personas, es la existencia de lugares específicos en la ciudad, donde se asientan grupos, generalmente de habitantes de calle, que desde allí pueden actuar o protegerse entre sí, consumir drogas y, algunos, también distribuirla entre ocasionales o frecuentes compradores. Al menos 16 de esos sitios, llamados ‘ollas’, están hoy en una lista elaborada por las autoridades municipales y de policía, para ser desmanteladas en los próximos días, mediante operativos que tienen como objetivo principal el de evitar que esos sigan siendo puntos de referencia del microtráfico en Bucaramanga.
Sin duda, toda acción del Estado que, mediante el respeto de los derechos humanos y la ley colombiana, por supuesto, esté dirigido a erradicar focos de inseguridad o, aún más, de consumo y expendio de drogas, entre otros delitos, será bien recibida por una comunidad que, como la nuestra, repetidamente se ha expresado cansada por los hechos delictivos que se hacen cada vez más frecuentes y que logran incrementar la sensación de peligro entre la ciudadanía. Desactivar estas ‘ollas’ es una de esas medidas que pueden tener un impacto positivo tanto en la percepción, como en la reducción concreta de la inseguridad.
Lo importante, en este como en todos los casos similares, es que la estrategia sea eficaz, pero sostenible en el tiempo, es decir, que los efectos de la eliminación de las ‘ollas’ del microtráfico, se acompañen con otras piezas de una estrategia que lleve a un significativo debilitamiento de las decenas de bandas de expendedores de droga en la ciudad, porque se actuará sobre el que es, quizás, el eslabón más débil en la cadena del poderoso microtráfico y esto no necesariamente afecta a las cabezas de estas organizaciones delincuenciales.
La administración ha hablado del establecimiento de una política pública que trabaje transversalmente el problema de las drogas en todas sus fases y, si bien el abordaje policial de las ‘ollas’ es necesario, son acciones de fondo y de largo tiempo las que lograrán restar espacio a la acción de las bandas del microtráfico.