La humanidad enfrenta el más grande desafío de su historia: mitigar el cambio climático. Paralelamente, tiene una obligación sin par, preservar las fuentes de agua pues dicho líquido actualmente es más importante y tiene económicamente un mayor valor que el más preciado de los metales: el oro.
La región santandereana tiene una joya, el páramo de Santurbán que, con 142 mil hectáreas de área, está enlazado al complejo de páramos de la cordillera oriental, junto con el del Almorzadero, el del Cocuy, el de Pisba y el de Tota – Bijagual – Mamapacha. Son uno de los más grandes nacederos de agua del mundo.
Santurbán es un ecosistema frágil y es fuente hídrica para la supervivencia de más de 2.2 millones de personas que habitan en diversos municipios de la región santandereana.
Además, es básico para mitigar el cambio climático. Allí hay 5 parques naturales, bosque andino, 293 especies de fauna (más de 5 están en vía de extinción como el venado de páramo, el pato de páramo, la nutria, el oso andino), 457 variedades de plantas.
Los santandereanos, en solitario, llevamos más de 10 años de intensa lucha defendiendo a Santurbán frente a la incomprensión del Gobierno Central y el fastidio de las transnacionales mineras cuyo objeto primordial es obtener ganancias, siendo adjetiva la suerte de nuestro territorio.
Minesa adelanta ante el ANLA proceso de licenciamiento ambiental del proyecto de megaminería que desea adelantar en terrenos aledaños al páramo de Santurbán, en la provincia de Soto Norte. En dicho procedimiento el ministro de Ambiente, quien es allí la voz del Presidente, debe emitir concepto vinculante y el titular de tal cartera se declaró impedido, por lo que fue nombrado como ministro ad hoc el de Hacienda.
El tema materia de pronunciamiento es netamente ambiental, área del conocimiento nueva, específica. Por ello, quien emita el concepto debe tener gran idoneidad y profundo conocimiento de tal campo del saber.
La sensatez señala que el señor Presidente debe rectificar la decisión tomada pues el asunto reclama la presencia de alguien sapiente en la gestión del agua y de las dinámicas de los ecosistemas de alta montaña y hay entre los santandereanos generalizada inconformidad pues Bogotá, durante más de una década, en materia de decisiones respecto de Santurbán, repetidamente ha incurrido en yerros.
