La Dirección de Tránsito y el control a los ‘malparqueados’

Ha sorprendido muy positivamente a la comunidad de Cabecera la presencia y la acción firme de los alféreces de la Dirección de Tránsito que, en ejercicio de la autoridad de que están investidos, han actuado en operativos contundentes sancionando a quienes usan las vías públicas como parqueadero. Pero, además, con esta acción, los agentes de tránsito de la ciudad están dando una contundente respuesta institucional al desafío que frecuentemente les hacen quienes violan las normas y ante un procedimiento de sanción los agreden verbal y físicamente.

En Vanguardia hemos sido insistentes en las denuncias que permanentemente hacen los residentes de Cabecera de decenas de situaciones que, además de agobiantes, afectan muy negativamente el sector. Una de esas quejas es la invasión de las calles por parte de conductores irresponsables que, aún teniendo a pocos metros parqueaderos con capacidad suficiente, se quedan afuera bloqueando las vías y causando un perjuicio enorme no solo a los demás conductores de vehículos particulares, sino también a usuarios del servicio público de transporte y a los peatones que, por la misma razón, han perdido buena parte de las aceras para desplazarse.

La estrategia de la Dirección de Tránsito local ha sido bien recibida por los residentes de Cabecera y por la ciudadanía en general que necesitaba ver cómo, con ideas claras y suficiente determinación, la entidad sí puede actuar en el sentido en que se lo exigen las normas que debe defender y, además de despejar las calles, puede también, como en este caso, hacerse respetar en las calles y, en defensa de los derechos de la mayoría que sí cumple las reglas, sancionar a quienes pretenden burlarlas impunemente.

Cuando las cosas se hacen bien, hay que destacarlas, como merece que se haga en esta ocasión con la Dirección de Tránsito y su programa contra los mal parqueados en Bucaramanga, que ojalá pueda ratificar el resultado alcanzado hasta ahora haciendo que la estrategia sea sostenible en el tiempo y que la misma pueda ampliarse a otros sectores neurálgicos del mal parqueo en la ciudad, como el Centro, pero, además, que el componente de educación y de formación de cultura a los conductores de todo tipo de vehículos, que forma parte del programa que está en marcha, también tenga en el tiempo la suficiente permanencia como para que sea posible consolidar el objetivo de erradicar de la mente de los bumangueses el criterio arbitrario de que las normas solo se cumplen si está la autoridad presente.