La pérdida y el desperdicio de alimentos
Este es un delicado tema al que el país no le ha dado la atención que exige. Para empezar, debe resaltarse que una cosa es la pérdida de alimentos y otra, diferente, el desperdicio de ellos.
La pérdida de alimentos, según la FAO, es la disminución en la cantidad o calidad de ellos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria, excluyendo a los minoristas, proveedores de servicios alimenticios y consumidores. Es decir, son alimentos que se descartan, incineran o desechan desde la cosecha hasta la llamada captura de ellos y no tienen utilización productiva.
El desperdicio de alimentos es la disminución en la cantidad o calidad de ellos por decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores.
Así, mientras en el orbe el hambre ha aumentado, cerca de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o se desperdician.
Para mirar el asunto a nivel colombiano, se estima que en nuestro país al año se pierden y/o desperdician cerca de 10 millones de toneladas de alimentos. Planeación Nacional estima que ello produce un impacto económico de más de 14 billones de pesos al año.
En tanto, cerca de 2,4 millones de colombianos padecen de hambre. Hace poco la sensibilidad del país se impactó al enterarse que indígenas en Vichada, en La Guajira y en otros lugares de nuestro territorio, buscan desperdicios de alimentos en los basureros de Puerto Carreño, de rancherías y de otros municipios guajiros y de la Costa norte, para comer.
En resumen, el cuadro de este asunto en nuestro país es el siguiente: tenemos serios problemas de seguridad alimentaria pero desperdiciamos la comida. Y algo más: hacemos mal uso del suelo.
Pero ello no es todo, el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo son causadas por la descomposición de alimentos. Y de ribete, en su cultivo y producción se pierde gran cantidad de agua.
Y algo más: la región centro-oriental colombiana, de la que forma parte Santander, es donde más se desperdician alimentos en el país, 17 millones de toneladas anuales.
A un asunto tan grave, en Colombia no le hemos dado importancia que merece, preferimos meterlo debajo de la alfombra.