Prácticamente todos los esfuerzos que se hacen para reactivar la economía, luego de las devastadoras consecuencias que dejó la pandemia de Covid 19, son plausibles. Tanto las que se dirigen a soportar con subsidios la situación calamitosa de las familias más pobres, como los que dirigen esas ayudas estatales a los emprendedores que impulsan micros, pequeñas y medianas empresas, o las nuevas líneas de crédito y otros sistemas para la gran industria, son iniciativas que, sin duda, impactan positivamente la economía regional, pero las estrategias que apuntan a estructurar procesos de mediano y largo plazo serán las que, a la postre, consolidarán un mejor futuro para todos.
Es lo que, en el fondo, podría lograr el programa ‘Ruta F’, o ‘Ruta de Fortalecimiento’ que impulsa la Cámara de Comercio de Bucaramanga, dirigida particularmente a respaldar un sector que sufrió con especial rigor los confinamientos y luego las estrictas restricciones, como lo fue el de los restaurantes y, en general, todos los establecimientos de gastronomía a los que, según la misma CCB, pertenecen cerca de 6.400 empresas. La estrategia, entre sus tantos objetivos, tiene el de plantear la unión de estos establecimientos, mediante su trabajo en equipo, lo que, de lograrse, sería un verdadero cambio de paradigma en lo que ha sido la historia comercial, empresarial e industrial en Santander.
Además de este cambio estructural, lo que la Ruta F busca, en el corto plazo y en pocas palabras, es ofrecer a los empresarios un diagnóstico exclusivo para cada uno de ellos, de tal forma que conozca el estado de su negocio, lo que ya es un apoyo fundamental, pero, además, tendrán acceso a capacitaciones, cursos, herramientas y acompañamiento en los procesos que deriven de las evaluaciones que se harán de sus empresas o ideas de negocio.
Es muy amplio el espectro de este programa que, a través de un nutrido portafolio busca, en síntesis, mejorar aspectos de las empresas relacionados con productividad, mercadeo, finanzas, estrategia, creatividad y transformación digital, además de que persigue una finalidad también muy importante para la economía local, como es la de formalizar a quienes aún no han dado este paso, para lo cual recibirán el apoyo necesario para registrarse en la CCB. Tenemos entonces un programa muy ambicioso, pero, sobre todo, anima que tras ello haya un concepto de unión y de cambio de la cultura empresarial, además de reactivación económica.
