Santurbán comienza a encontrar el futuro ecológico que el país reclama
Transcurrido el primer día de reuniones que componen la llamada fase de concertación que tenía como objetivo final la delimitación del páramo de Santurbán, se alcanzó el necesario consenso en el que se consideraba uno de los puntos más trascendentales, y para muchas familias mineras, determinante de su futuro, como lo es la delimitación de la línea de páramo. El rápido avance de las conversaciones hasta el momento del acuerdo demuestra que hay un nuevo contexto y una nueva mirada sobre esta zona de inmensa riqueza ambiental, que se consolidó desde hace tiempo como una preocupación no solo regional, sino nacional.
Este paso, que luego de grandes debates y esperas, deja un ambiente de tranquilidad y esperanza para la población de Vetas en su totalidad, pues allí el 100% de las familias vive de la minería, una población que había quedado en el ojo del huracán que ha sacudido la opinión nacional durante años y que muchas veces estuvo a punto de arrasar con la historia y la economía de un municipio de cerca de dos mil personas laboriosas, honradas y leales a sus principios y tradiciones, que por varias generaciones ha basado su economía en la explotación minera. Ahora el reto es observar el mayor cuidado sobre el medio ambiente, que es también base de su subsistencia.
Con el acuerdo para la delimitación del páramo de Santurbán, se establecieron también compromisos que los voceros de los mineros vetanos aseguran que van a cumplir, como lo han hecho en los 466 años que tienen sobre ese suelo, ejerciendo la minería y sosteniendo un ecosistema que, precisamente por esos cuidados, les ha permitido permanecer en buenas condiciones de vida. Según lo acordado, de ahora en adelante, los habitantes de Vetas, relacionados directamente con la minería, se han responsabilizado, entre otras cosas, por practicar una minería sostenible, trabajar en coordinación con las instituciones estatales y efectuar un ordenamiento minero ambiental del territorio.
Pero, estos residentes de Vetas hicieron también su aporte en favor del consenso, que llegó incluso a renunciar a títulos que reconocieron que no corresponden al territorio, ni son de origen ancestral. Ahora se espera que se cumpla todo lo acordado y que se viva un resurgimiento de esta población santandereana, una vez se llegue a resultados similares en los puntos que falta definir y se cumpla de parte y parte, en el futuro, con todos los compromisos adquiridos.