Un grave problema citadino: las bicicletas
En materia de movilidad, el paso del tiempo ha hecho que las ciudades acumulen problemas cada vez más difíciles de resolver y, desafortunadamente, seguirán surgiendo factores de desorden. El más reciente, más no el último, son los biciusuarios. Este medio de transporte, inventado hace 201 años a raíz de la ola en pro del medio ambiente, se ha popularizado y sus ventas se han incrementado exponencialmente.
Mientras ello ocurre, en los municipios del área metropolitana de Bucaramanga las estrechas vías vehiculares no son aptas para el tránsito de vehículos pesados y las circunstancias han hecho que circulen simultáneamente automotores de carga, vehículos livianos, motociclistas y ahora ciclistas. Tal pandemónium se agudiza con la impaciencia, agresividad y falta de disciplina cívica de los conductores de automotores, de taxistas, motociclistas y biciusuarios.
Los biciusuarios, en Bucaramanga, transitan por todas las vías, haciendo zigzag de carril en carril, algunos con medidas de prevención como cascos, chalecos, luces, pero la mayoría sin tan importantes accesorios. Un absurdo es que por el sitio por donde menos transitan es por la ciclorruta que la Alcaldía de Bucaramanga demarcó en vías de los barrios vecinos a la UIS, al San Alonso y La Aurora. Estas, la mayor parte del tiempo, están vacías mientras los ciclistas “vuelan” por la carrera 27 y la carrera 33, haciendo suicidas cabriolas.
Otro problema de movilidad es el poco número de agentes de Tránsito que hay en las calles regulando el tránsito.
El problema de los biciusuarios no se limita a las calles citadinas, es agudo en las vías carreteables cercanas a Bucaramanga. En el llamado circuito de Ruitoque, que comienza en la estación de servicio de la Esso de bajo Ruitoque, va a Patio de Brujas, Acapulco y llega a Tres Esquinas en alto Ruitoque, los ciclistas son problema agudo, provocan frecuentes accidentes de tránsito. Las soluciones que las autoridades han dado a ese maremágnum, no han sido inteligentes.
Otro dolor de cabeza es la vía que de Bucaramanga conduce al aeropuerto Palonegro.
En esos lugares se han quedado cortas las medidas tomadas por las autoridades y, desafortunadamente, pronto llegará otro factor de perturbación vehicular, las patinetas. Si quienes deben tomar medidas siguen a la zaga de los hechos, las consecuencias serán graves.