Unidos contra la violencia
Como si en un instante el país hubiera regresado en el tiempo, los horrores del pasado volvieron esta semana a los ojos de los colombianos. Primero fue el derribamiento de un helicóptero en el Catatumbo y el secuestro de sus tripulantes por el Eln. Luego el asesinato de Wilton Orrego, guardaparques de la Sierra Nevada de Santa Marta, al parecer por ‘Los Panchecas’, reducto de las Autodefensas. Y el jueves el infame atentando con carro bomba en las Instalaciones de la Escuela General Santander, el corazón de la Policía en Bogotá, que cobró la vida de 21 personas y dejó heridas a más de 90. Cinco de estas víctimas fatales son jóvenes santandereanos, que buscaban un mejor futuro. Otro santandereano se recupera de las lesiones. Otra vez el Eln apareció tras esta barbarie. Todo esto mientras los líderes sociales siguen siendo asesinados casi que a diario.
A veces Colombia parece estar condenada a vivir en un espiral de violencia que se repite sin cesar. Ha sido largo y doloroso el camino que como nación hemos recorrido, y el atentado sufrido golpea el ánimo nacional y nos hace pensar que volvimos a épocas de terror que se creían superadas. Pero aunque el dolor nos embargue como nación, no podemos desconocer lo que hemos avanzado. Por eso, no hay lugar para retroceder. Es el momento de dejar de alimentar odios, de dejar de señalarnos entre nosotros mismos buscando responsables de este dolor y de por fin lograr unirnos en una sola voz de rechazo a estos actos de violencia y a sus determinadores.
Los colombianos hemos sido capaces de sobreponernos a las más horribles tragedias. Y esta vez no será la excepción. Pero para ello el país requiere unirse, mirar hacia adelante, confiar en que existe un mañana mejor y un Estado firme, cuyas instituciones trabajan en fortalecer a una democracia. El llamado es a la unidad, a abandonar la violencia en cualquiera de sus formas y a entender que sin importar las orillas políticas, todos vivimos en un mismo territorio por el que debemos trabajar.
A nuestra Policía Nacional toda nuestra solidaridad y apoyo, al igual que a las familias de los jóvenes fallecidos y heridos. Y al país el compromiso de seguir trabajando por una región unida, fuerte y que con la mirada puesta hacia adelante.