Urge trabajar en la prevención del consumo
Ayer este medio publicó un preocupante informe que da cuenta de cómo el consumo de drogas en jóvenes ha aumentado en el área metropolitana de Bucaramanga. El informe evidencia que el consumo de estupefacientes en nuestra región se está iniciando a los 12 años de edad, según explicó el comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, brigadier general Manuel Antonio Vásquez Prada; una realidad infinitamente preocupante.
Según han reportado las autoridades, el mercado de drogas es cada vez más amplio y diverso, pues ahora el consumo no es solo de marihuana, derivados de la cocaína o drogas sintéticas, sino que esta oferta se ha ampliado incluso al comercio de medicamentos controlados, que se venden de manera ilegal en Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta. Las cifras de incautaciones y capturas muestran que el microtráfico en el área crece, debido a que el número de personas que las usan también es cada vez mayor.
Solo en el último año se han desmantelado tres laboratorios para el procesamiento de base de cocaína en el norte de Bucaramanga y se han dado fuertes golpes a redes de tráfico en la que participan varias bandas como ‘Los de la Loma’,‘Los Pesas’, ‘Las Joyitas’ y la de alias ‘Pichi’, considerado el capo del microtráfico en el área metropolitana y quien fue capturado el año anterior. 'Pichi' incluso había ofrecido $200 millones por atentar contra el comandante de la Policía Metropolitana.
Lo más preocupante de todo esto es que este consumo temprano de alucinógenos ha sido consecuencia también de delincuentes que buscan volver adictos a los más jóvenes, a través de estupefacientes camuflados en dulces, confundiéndolos y llevándolos a la adicción. Un terrible drama en el que padres de familias, docentes y personas a cargo del cuidado de menores deben poner en alerta a los niños y advertirles sobre esta realidad.
El presidente Iván Duque sancionó la Ley 2000 el pasado 14 de noviembre, que prohíbe el porte y consumo (incluso de dosis mínima) de drogas y alcohol en parques, perímetros de centros educativos y escenarios deportivos, en la búsqueda de preservar a los menores del consumo de estupefacientes y alejar a los jíbaros de un entorno en el que puedan estar en contacto con los niños. Aunque la medida es necesaria, lo es más trabajar en la prevención del consumo de drogas.
Tradicionalmente el tema de la adicción y el comercio de drogas en menores de edad ha sido tabú en muchos colegios, que prefieren evitar el tema, o en los hogares, donde los padres evitan hablar con sus hijos de lo que está sucediendo. Si bien perseguir el microtráfico es una labor en la que no se puede desfallecer, el reto más grande está en la prevención, donde la casa y el colegio son los primeros lugares donde se debe trabajar sin descanso.