Santander, Colombia
“Esta reforma a la justicia debe ser la que merece el país”
Aunque para muchos es la ministra más técnica del presidente Iván Duque Márquez y a la vez la más distante de los políticos, la antioqueña Gloria María Borrero, la jefe de la cartera de Justicia, alcanzó la aprobación de la enmienda constitucional de la reforma a la justicia.
Modificación a la carta política que estuvo rodeada por muchas críticas y falta de respaldo, razón por la cual el Ejecutivo tuvo que ceder en aspectos como cambiar el alcance de la figura de la tutela, creada en 1991.
En la discusión en segundo debate se revivirá además la figura del tribunal de aforados, el cual no se incluyó en esta primera votación aunque sí se revivió.
¿Se imaginó que el trámite de la reforma iba ser tan complejo?
Es que una reforma de estas es un tema delicado, importante, donde se juega el equilibrio de poderes, donde se juega la estructura del Estado. No me sorprende la complejidad del caso, por el contrario creo que como ha habido tantos intentos fallidos de reforma y varios senadores que coinciden en este tema, están mucho más preparados para dar esos debates profundos sobre el tema.
¿Le molesta que Cambio Radical haya salido a decir que el 70% de lo aprobado hace parte de la reforma que radicó ese partido?
No me molesta, nosotros tenemos la comparación de los tres proyectos. Hay cosas del Gobierno, de Cambio Radical y del proyecto del Centro Democrático. Todos pusieron, incluso el senador Gustavo Petro, como que la prioridad en la asignación del presupuesto debe ser para la primera instancia y la fórmula para que el presupuesto de la rama judicial vaya creciendo de acuerdo con los ingresos corrientes de la Nación.
¿Fue un desacierto haber propuesto reformar la tutela como se llevó en el proyecto original?
No fue un desacierto, el debate hay que darlo, lo que pasa es que en aras de que pasaran otros temas de la reforma se deja a un lado. Los colombianos hemos abusado de la acción de tutela, los jueces también han abusado de ella. Esta es una acción excepcional para la protección de nuestros derechos fundamentales, pero se ha venido convirtiendo en una tercera instancia.
¿Por qué se llegó a plantear que el fiscal fuera elegido por el Presidente de la República?
Lo que venía de la propuesta del Gobierno era que el periodo del fiscal era institucional y no personal para evitar cosas que pasaron en el pasado. Esa era la principal reforma que quería el Gobierno y eso quedó.
La otra cosa es que como nosotros constitucionalizamos algunas normas para evitar el bloqueo de las elecciones y evitar también, como pasó, que duramos más de un año sin fiscal. Dijimos en el proyecto del Gobierno que si en algún caso que se redujera el quórum de la Corte Suprema y no se lograra la elección lo escogía el Presidente de la República, pero en la ponencia se cambió y se dijo que será la sala de gobierno la encargada si no elige la sala plena de la Corte Suprema de Justicia.
¿Para agilizar los procesos al fin se le daría funciones a terceros para que resuelvan procesos judiciales?
No, el Gobierno se opuso a eso. El Gobierno Nacional presentará en un año la desjudicialización para que los puedan conocer los notarios, los centros de conciliación, puede haber arbitraje legal que lo volvemos legal y no voluntario, se busca es distribuir toda la conflictividad en diferentes operadores.
El tribunal de aforados fue la perla de la discusión. ¿Por qué no se logró?
Para mí la perla de la reforma a la justicia es la nueva estructura de gobierno y de administración. Con una adecuada estructura vamos a regular un mejor servicio público de la justicia, porque el mismo no depende del Congreso ni del Ejecutivo.