viernes 22 de septiembre de 2023 - 5:00 PM

Política

Petro, cada vez con menos protagonismo internacional

Los ejes del discurso del Presidente ante Naciones Unidas fueron la crisis climática, el aumento de la migración y la paz. Pero ¿qué tanta repercusión y reacciones tuvieron sus propuestas a nivel internacional?

La de este año fue la segunda intervención del presidente, Gustavo Petro, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Mientras que en la primera pareció haber llamado la atención por sus posturas críticas frente a las potencias mundiales y sus propuestas novedosas sobre la lucha antidrogas, en esta ocasión no fue mucha la repercusión de lo que dijo a nivel internacional.

Basta con hacer una búsqueda virtual para darse cuenta de que medios internacionales y agencias reconocidas como Reuters o AP, aunque difundieron su discurso, no lo hicieron con la intensidad de hace un año.

¿Qué pasó? Teniendo el discurso más reposado y sin la emoción del momento es posible hacer un análisis más profundo. Lo que está claro es que el mandatario colombiano recorrió lugares ya conocidos en términos de medioambiente y paz; esta vez, sin embargo, le dio más peso a la migración.

En el primer punto, insistió en la propuesta que ya ha presentado en otros escenarios sobre cambio de deuda externa por acción climática mediante una reforma al Fondo Monetario Internacional. Lo que propone es que se emitan derechos especiales de giro que beneficien a los países más vulnerables para que estos, a su vez, puedan mitigar los efectos de la crisis climática.

“Con una emisión del FMI habrá un descenso de la deuda pública mundial y un incremento de los presupuestos para mitigar la crisis climática. Hay que liberar lo público para salvar la vida, que resuene de nuevo el eco de lo público, que resuene la palabra cambio”, precisó.

De acuerdo con el experto en comunicación política y profesor de la Universidad Externado, Jairo Libreros, la posibilidad de que esas ideas se lleven a la acción en los próximos años es incierta, en esencia porque los países desarrollados no van a ceder tan fácilmente y se necesita un compromiso de la banca internacional.

En términos de paz, el Presidente pidió crear dos conferencias, una enfocada en el fin de la guerra en Ucrania y otra sobre el conflicto en Palestina, que puso en la misma balanza: “Se olvidaron de que por petróleo invadieron a Irak, a Siria, a Libia; de que las mismas razones que se expresan para defender a Zelenski son las mismas con las que se debería defender a Palestina”, expresó ante la ONU.

“Les propongo que Naciones Unidas auspicie cuanto antes dos conferencias de paz, la una sobre Ucrania, la otra sobre Palestina, no porque no haya otras guerras en el mundo, como en mi país, sino porque enseñarían a hacer la paz en todas las regiones del planeta, porque ambas y solo ambas acabarían la hipocresía como práctica política”, urgió.

Y, en línea con todo lo anterior, también pidió desbloquear a Venezuela y atender la crisis migratoria, que –como ha advertido en otras salidas– perjudica al hemisferio norte.

“El éxodo de los pueblos hacia el norte demuestra con exactitud la dimensión del fracaso de los gobiernos. Este año ha sido un tiempo de derrota: ha crecido el éxito en las fronteras, han puesto perros galgos a correr tras inmigrantes, han puesto gente a caballo a perseguirlos con látigos en la mano y han construido cárceles”, afirmó el mandatario.

Sin embargo, de las palabras a las acciones hay un largo trecho. La evaluación que hacen analistas es que si bien sus palabras pueden ser muy atractivas para sus seguidores, a nivel internacional se les considera vacías.

Según la docente e investigadora Sandra Borda, cuyos estudios se enfocan precisamente en relaciones internacionales y política exterior, lo que queda en evidencia tras escuchar al Presidente es que sus discursos “están diseñados más para las bases del petrismo que para la comunidad internacional”. Eso explicaría la tesis inicial acerca de que no se registran de manera masiva en medios internacionales, aunque, por supuesto, el panorama en redes sociales es otro.

Para ella “ese discurso a todas luces lo escribió él de su puño y letra” y no contó con la asesoría de Cancillería. “Petro suelta estas ideas y no tienen ningún tipo de continuidad en el sector del Estado que las tiene que convertir en política pública”, continuó.

No es de extrañar, pues el mandatario, en términos de oratoria, solo parece confiar en sí mismo. Ya lo decía su exjefa de Gabinete, Laura Sarabia, cuando se lo preguntaron en Colombia Hoy Radio: “Yo solo lo he visto a él escribiendo dos discursos: uno el de la posesión y el otro el que hizo Nueva York en la ONU, que lo escribió en el avión”. El de este año podría ser el tercero.

Posición frente a Rusia y Ucrania

Lo que desde algunos sectores se le ha criticado al Gobierno es que no se adopte una posición fuerte o que no deje lugar a dudas frente a la guerra entre Rusia y Ucrania. De acuerdo con la experta, en foros internacionales Colombia sí condena explícitamente la invasión a Ucrania y se ha suscrito a los acuerdos.

“Es muy útil porque le dices a la audiencia internacional lo que quiere escuchar y le dices a las bases del petrismo lo que quieren escuchar”, pero al final tal ambigüedad “no es sostenible”, sentencia Borda.

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