¿Qué tan válido es hacer una campaña negativa en política?
Si bien es cierto en una campaña electoral el político se concentra en destacar su experiencia, estudios y habilidades como administrador público, pero en ocasiones también se centra en desestimar a su competidor, y eso en política, desde los catedráticos y expertos, es totalmente válido.
Así lo explicó a Vanguardia.com la doctora en Ciencia Política, la argentina Virginia García Beaudoux, quien es asesora en temas políticos y experta en el manejo del mensaje de campañas políticas.
De acuerdo con la politóloga, cuando se decide hacer una campaña negativa, se habla entonces de una tergiversación del mensaje y verdades a medias. “No necesariamente una campaña negativa es mentirosa, sino que se toma una parte de lo que se dice y precisamente funciona porque cumple con dos efectos: se logra que la información negativa tenga más peso que la positiva en las evaluaciones; y una simplificación de la información cuyo resultado es la concepción de héroes o villanos”.
Virginia García Beaudoux explicó que para que funcione una campaña negativa es necesario generar dramatismo para aumentar la atención de los ciudadanos o incrementar su interés por la campaña. Además, una ventaja de ella “es que obliga al competidor a ocupar tiempo y distraer recursos en defenderse, y con esto se hace que el político funcione con la agenda de quien diseña la campaña negativa”.
Sobre qué tan ético puede resultar estructurar una campaña negativa, la asesora en temas políticos aclaró que no se cruzar la línea de lo privado, es decir, que la campaña negativa “no se debe confundir con ensuciar, mentir, atacar la vida privada y familiar de una persona. Esta es solo una herramienta útil para debatir las ideas políticas”.
“Un campaña negativa no es necesariamente una campaña sucia. Si queremos hacer campaña negativa no podemos improvisar, se debe coordinar y orquestar una serie de tácticas, y siempre que se haga a través de medios de comunicación se deber propender que sea para generar el debate público con base en ideas”, concluyó la experta.
¿Cómo debe ser el manejo del mensaje?
Estas son algunas tácticas que la politóloga dio para que los políticos aprendan a realizar una campaña negativa.
- Hay que prepararlas y recurrir a lo emocional para movilizar los temores y ansiedades de los votantes. Temores como: miedo, preocupación, angustia. Un anuncio que pueda despertar la preocupación sobre el bienestar de los hijos, por ejemplo.
- Identificar al adversario con símbolos, políticos o personas que saben que los ciudadanos evalúan negativamente.
- Usar la comparación.
- Interpelación unilateral con protagonistas anónimos o públicos, ciudadanos de a pie que piden respuestas a un candidato.
- Reencuadre: Alterar el significado de una situación cambiando el contexto o marco de presentación. Por ejemplo, cuando un político es catalogado de aburrido se puede revertir el mensaje hacia algo positivo.