En el primer trimestre del año la ciénaga se secó, y ahora nuevamente sufre los rigores del tiempo seco, incluso en riesgo de desaparecer.
El fantasma de la crisis ambiental, alimentaria y laboral nuevamente ronda en el corregimiento Ciénaga del Opón.
La segunda temporada de verano intenso llegó, y con ella la evaporación de las aguas de la ciénaga que sirve de sustento a 800 familias del corregimiento y siete veredas.
En el primer trimestre del año la ciénaga se secó y ahora nuevamente sufre los rigores del tiempo seco, incluso en riesgo de desaparecer.
“El espejo de agua no se ha podido recuperar, lo que tenemos es poca agua y el verano ya nos empieza a preocupar, porque de intensificarse nos quedaremos sin el recurso hídrico, fuente de alimento y trabajo para la población”, advirtió Bernardo Mendoza, representante del corregimiento Ciénaga del Opón.
Mendoza le dijo a Vanguardia que existe un deterioro evidente de la ciénaga, la cual está invadida por vegetación y sedimentación.
“Podría decirse que el espejo de agua prácticamente desapareció, ya no es el ecosistema maravilloso de antes”, exclamó.
Señaló que la captación de agua para el consumo humano se está viendo afectada, y para eso se han construido alrededor de la ciénaga 40 pozos artesanales, los cuales se están secando.
Afectada la pesca
El vocero de la comunidad afirmó que al bajar al extremo los niveles del afluente los peces desaparecen, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y laboral de la comunidad.
En épocas favorables diariamente se pescan unos 5.000 peces, y con la ciénaga seca se reduce la pesca casi a cero. Con el verano también viene la mortandad de peces, el agua baja de nivel, se calienta, el oxígeno se reduce en el agua y las especies mueren”, explicó Mendoza.