Una pareja de abuelos se convirtió en el símbolo de la protesta que decenas de habitantes del corregimiento El Centro realizaron la mañana de ayer en las instalaciones del puesto de salud ubicado en zona rural de Barrancabermeja.
María Zoraida Romero, de 78 años, llevaba del brazo a su esposo José Arpio, también de 78.
Bastón en mano y con el andar cansino, el abuelo se acercó a la taquilla del centro asistencial, que desde las 7:30 de la mañana estaba atiborrado de personas que reclamaban por un mejor servicio y mejoramiento de la infraestructura.
“Tengo un problema en la vejiga, es que vengo mal, y estoy luchando por una cita urgente”, farfulló don José, en medio del discurso que Miguel Rodríguez, presidente de la vereda Campo 38 emitía a través de un megáfono a la población que había decidido bolquear la vía de acceso a la vereda Pueblo Regao.
El líder de la comunidad le hacía un llamado al secretario de Salud de Barrancabermeja (e), Mario Aníbal Bueno Torres, para suscribir un acta de acuerdos relacionados con el mejoramiento de la atención en el puesto de salud.
“La comunidad que se suple del servicio del puesto de salud hoy se ven obligados a alzar su voz de protesta, porque sus derechos se han deteriorado. Los usuarios denunciaron que se tienen que acercar desde las 2:00 de la madrugada, adultos mayores, personas con discapacidad, para conseguir 11 fichos. En ocasiones no son atendidos pacientes en condiciones críticas.
“La medicina tampoco se está suministrando. En principio había una población pequeña, pero hoy conviven 22.000 habitantes, y la infraestructura quedó pequeña. Los aires acondicionados no sirven, los techos están en mal estado. Exigimos compromisos serios”, manifestó Bueno Torres.
“Soy usuaria del puesto de salud, vivo en la vereda Campo 13. Me toca llegar a la 1:00 a.m. para que me den citas”.
“Vivo en la vereda El Quemadero. Es injusto que las personas les toque venir a dormir para encontrar una cita”.
