La historia del ‘Aquaman’ santandereano
De las aguas del río Magdalena, en Barrancabermeja, emergió la figura de un hombre, que hoy es orgullo y ejemplo mundial de su tierra.
En la ‘Bella Hija del Sol’ nació hace 36 años Juan Gabriel Acosta, el colombiano que hoy está en ‘boca’ de las agencias internacionales de noticias, por haber nadado 46 kilómetros, a brazada y patada limpia, en las aguas que rodean la isla de Manhattan en Nueva York, el pasado jueves, en un tiempo de 7 horas y 54 minutos.
Se tituló como médico en la Universidad del Norte de Barranquilla, es cardiólogo en el Hospital Universitario del de Valle de Hebrón de Barcelona, electrofisiólogo en la Universidad de McMaster y se especializó en cuidado cardiaco crítico en la Universidad de Toronto.
Una carrera profesional llena de éxitos a la que quiso darle sentido humano realizando travesías acuáticas en pro de los niños en condición de discapacidad en Colombia, pero en especial de su ciudad de origen: Barrancabermeja.
En el Puerto Petrolero el 10% de los pequeños sufre autismo, trastorno que afecta a sus dos sobrinos Santiago y Felipe, por los que entrega el todo por el todo en cada travesía.
En todas esas personitas, que necesitan ayuda, apoyo y acompañamiento, pensaba el nadador porteño antes de lanzarse a las aguas del mar en Nueva York.
“Muy nervioso con el comienzo de la prueba, con la adrenalina arriba, estaba emocionado porque en la tripulación estaban mi papá y mi hermano, que viajaron desde Colombia a apoyarme, entonces me sentía emocionado. Tenía una sensación de una responsabilidad, porque la motivación principal para hacer esto son mis sobrinitos que tienen autismo. El día anterior a la prueba, uno de mis sobrinitos me preguntó que si tenía miedo, que si estaba nervioso, y yo le dije que sí, pero que iba a hacer el mayor esfuerzo, que le prometía que iba a hacer todo lo posible por terminar”, confesó sin tapujos.
Pero eso sí, cuando terminó la prueba, la “cosa fue a otro precio, felicidad total”.
“Iba mirando mi bandera de Colombia, puesta en el kayak de los acompañantes, el juez, Diego López, nadador español muy famoso, y Luis López, miembro de la organización del evento. Esta vez fue una ocasión muy especial, porque se cumplió el objetivo de socializar el autismo, decirle al mundo que tiene que ser más amable para los niños con discapacidad. Me llenó de orgullo y satisfacción, porque además fue la primera vez que Colombia estuvo representada en esta prueba. Se me salían las lágrimas cuando terminé, mostré mi bandera colombiana y abracé a mi papá, un momento increíble”, manifestó emocionado Juan Gabriel.
Lo tildan de ‘Aquaman’
A Juan Gabriel Acosta lo asocian con ‘Aquaman’, el héroe de las tiras cómicas guardián de los mares, uno de los fundadores de la Liga de la Justicia.
El barranqueño, hoy radicado en Hamilton, Canadá, no tiene branquias, poder para comunicarse telepáticamente con las criaturas del océano, pero su preparación y capacidad física le permitieron doblegar las agitadas aguas de la Isla de Ellis, surcando el océano Atlántico cerca a la Estatua de la Libertad, monumento emblemático de la humanidad, testigo silente de una nueva de sus hazañas.
Pero pese a la gran gesta, que ya ha repetido en otros mares del planeta, se muestra humilde a la hora de que se le considere un superhéroe.
Lo que a este barranqueño de pura sepa le interesa es que mucha gente se una a su propósito de recaudar fondos para infantes con discapacidad, y esta vez lo que pretende es conseguir recursos para que en el Puerto Petrolero se desarrolle el primer Open Nacional de Natación para Personas con Discapacidad, que se realizará el 8, 9 y 10 de noviembre. La meta es conseguir 2.500 dólares canadienses.
“No me considero un superhéroe, pero si me tildan de cariño como ‘Aquaman’, lo es por el amor que le tengo al mar, por la paciencia de estar en el agua durante horas enteras, y disfrutarlo”, manifestó el médico a Vanguardia en la ‘Gran Manzana’, tras haber cruzado las aguas que rodean Manhattan.
Destacó que la velocidad, la agilidad y la resistencia al nadar “son las virtudes físicas que de un superhéroe como ‘Aquaman’ ha cultivado desde muy joven”.
“La verdad no me creo un superhombre o un nadador profesional. Colombia tiene excelentes nadadores profesionales competitivos. Tengo amigos nadadores que admiro; como Adrián Sarchet, inglés que cruzó el canal de Kaiwi entre Molokai y Oahu, estuvo 17 horas en el agua; a Loren King, canadiense que cruzó el lago Ontario y el canal de La Mancha; a Diego López, español; a Jammie Monahan de Estados Unidos. Todos ellos han hecho cosas enormes, y espero llegar a ser como ellos algún día, lo que aspiro es ir mejorando, avanzando, nadar distancias más largas cada vez. Esto es un hobby para mí, que me ocupa muchas horas, y que me llena, que me produce satisfacción personal, y me ayuda a realizar una labor social, a ayudar a otras personas”, aseguró el nadador santandereano.
Pasión por el mar
Juan Gabriel aprendió a nadar en sus primeros años de vida. El papá (Jaime Acosta) le enseñó, a los cinco años empezó a chapalear.
“Vivíamos en el barrio Torcoroma (Barrancabermeja), luego nos fuimos a vivir a Barranquilla, siempre estuve muy relacionado con el agua. En Barranquilla empecé a integrarme con el mar, siempre me he sentido cercano a los océanos. En Barcelona (España) estudie cardiología, y en mis ratos de descanso y esparcimiento buscaba el mar para nadar, siempre he tenido vinculación con el agua”, explicó el galeno deportista.
Para él, la natación le ha servido para mantener su mente centrada y organizar su vida.
“Cuando era pequeño, mi entrenador Alejandro Hernández, que es el que me está ayudando a organizar en Barrancabermeja el campeonato de natación para niños con discapacidad, siempre me decía que el entrenamiento tiene que ser muy duro, tener disciplina y alimentarse bien”, expresó.
El ‘Aquaman’ barranqueño aseguró que el mayor logro es dejar en alto el nombre de Colombia, y si “se hace por una buena causa, es mucho más satisfactorio”.