En reunión ordinaria del Consejo Municipal de Pesca Artesanal, pescadores y Umata revelaron que mientras en los años ochenta en Barrancabermeja se producían más de 60 toneladas de pescado, hoy solo se produce 1 tonelada.
“Me duele lo que está pasando en el río, la disminución de peces. El bocahico se está perdiendo, y el que se coge es pequeño. La pesca se está acabando, y el río es lo mío, sin el río no puedo vivir, porque todos los días salgo a pescar”, manifestó Raúl Pacheco, presidente del Consejo Municipal de Pesca Artesanal, Piscicultura y Comercializadores de Pescado de Barrancabermeja.
Pacheco, de 50 años, nacido en Magangué, Bolívar, pero quien desde los 11 años se dedica a la pesca en el río Magdalena y ciénagas de Barrancabermeja, dio cuenta a Vanguardia de la profunda crisis que hoy afrontan los 2.800 pescadores, agrupados en 26 asociaciones, por cuenta de la dramática disminución de peces.
“La producción pesquera está por el piso, y quienes nos dedicamos a esta labor tememos por la supervivencia de nuestras familias”, señaló Pachecho minutos antes de dar inicio, la mañana de ayer, a la primera reunión ordinaria que convocó el Consejo que él preside, para evaluar la grave situación que viven los pescadores artesanales en el Puerto Petrolero.
La pesca es mínima
A Pacheco lo esperaba en el auditorio el coordinador del área de pesca de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umata, Luis Lesmes, también miembro del Consejo.
Lesmes reveló a esta redacción que especies del río Magdalena como el bocachico y el bagre rayado están en vía de extinción.
“Con el paso de los tiempos la cantidad de peces es menor, las tallas cada día son más pequeñas, por ejemplo los bocachicos de 50 centímetros que se capturaban hace 40 años ya no abundan, en la actualidad se están capturando de 20 centímetros”, explicó el funcionario de la Umata.
Indicó que en los años ochenta, la pesca artesanal era el renglón más importante de la economía del sector agropecuario en Barrancabermeja, durante esa década los pescadores podían llegar a producir más de 60 toneladas de pescado anuales, en 2016 se capturaron 4,5 toneladas, y en 2019 se prevé que solo sea 1 tonelada.
Lesmes manifestó que “los pescadores artesanales son personas que viven 100% del oficio de la pesca, que es lo que saben hacer, entonces cuando entra en crisis el sector, como lo está ahora, de la misma manera entra en crisis un gran número de familias. Si no tienen qué comer, de alguna manera van a tener que rebuscársela, lo que genera un problema social”.
