Ola invernal tiene en riesgo viviendas de Barrancabermeja
Cuando se avecinan los tiempos de lluvias muchos barranqueños sienten un poco de alivio debido a que por esos días en los que el cielo se torna gris, las altas temperaturas se vuelven menos insoportables. Sin embargo, para otros esto representa una gran preocupación porque sus viviendas no están ubicadas en zonas capaces de soportar toda la cantidad de agua que cae del cielo, por lo que en cualquier momento se puede presentar una emergencia.
Sin duda alguna, uno de los acontecimientos de este tipo que quedó marcado en la memoria de los habitantes del Puerto Petrolero fue el que se registró hace casi un año, cuando en el asentamiento conocido como Altos de Bellavista un alud de tierra acabó con la vida de 9 personas, entre ellas 5 menores de edad, lo que dejó evidenciado el gran riesgo al que se someten las personas que deciden habitar en lugares de alto riesgo.
Uno de estos terrenos es Villa Aura, un asentamiento ubicado en el sector de Pozo Siete donde habita desde hace tres meses Deisy Mejía.
El pasado miércoles en horas de la madrugada, cuando la mujer por fin había logrado conciliar el sueño en medio del ruido de las gotas que golpeaban con gran fuerza el techo de su casa, un fuerte estruendo la hizo despertar en una verdadera pesadilla.
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“Eran las 3 de la mañana, nosotros nos encontrábamos durmiendo cuando sentimos un fuerte sonido. Ahí me paré con mi esposo a mirar y fue que se nos vino un lodo de barro encima, fuimos a ver y los desagües ya estaban tapados, por lo que se nos inundó la casa con una avalancha de lodo. Perdimos la mayoría de cositas, ropa y enseres. Entonces pedimos una colaboración porque en estos momentos no tenemos como irnos de aquí”, dijo entre lágrimas Deisy.
Según informó la mujer, antes de mudarse allí preguntó a los vecinos referencias del lugar, pero nunca le avisaron que cuando llovía se podían presentar emergencias de este tipo. A pesar de todo, una vez inició esta temporada de lluvias se habían registrado inundaciones, pero no de tal magnitud.
“Nosotros vivimos muy angustiados, no sabíamos en qué circunstancias se encontraba esta casa”, añadió Mejía.
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Lo que representa mayor riesgo en esta vivienda y en la de al lado es una palma que amenaza con caer encima de las estructuras, lo que podría genera algún lesionado. También se teme que de continuar las intensas lluvias, un barranco que queda justo encima de las casas, pueda generar una tragedia como la de hace un año.
Ante esto, Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres informó que se realizará una visita a la vivienda para conocer la situación que atraviesa. Además se conoció qué emergencias se han presentado en la presente época invernal.
“Sí ha habido dos deslizamientos de suelo, el de Villa Aura y el de Cielo Abierto. En este último la tierra cayó en el patio, pero la casa no resultó afectada.
“Es común que estos casos pasen en Barrancabermeja porque en las zonas que tienen taludes, la comunidad ha ido socavándola y ganándole terreno pero no lo estabilizan. Entonces obviamente cuando empieza a llover, el terreno se empieza a saturar y se desliza. Fuera de eso no le colocan canales a las viviendas por lo que el agua golpea directamente al talud, lo que desestabiliza el terreno”, manifestó el coordinador del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres, Roberto Bernal Jiménez.
En cuanto al problema de Pozo Siete, el funcionario comenta que allí se presenta una delicada situación “porque el talud que está ahí lo han afectado bastante haciéndole cortes, es decir, le quitan terreno al talud para ellos construir allí. Fuera de eso lo desestabilizan porque se han sembrado plantas de plátano y yuca, lo que no ayuda a sostener el terreno sino a volverlo más débil”.
Bernal también informó que las zonas que se encuentran en mayor riesgo de deslizamiento son la Comuna 7, la 5 por el sector de Miraflores y sectores de la Comuna 4 aledaños a la línea del tren.
Esta ola invernal inició en el mes de septiembre y finalizará hasta finales de noviembre, por lo que la recomendación que se hace es a que las personas sean conscientes del riesgo que representa habitar zonas de alto riesgo de deslizamiento para que no construyan viviendas allí. También a que no siembren cultivos que pueden hacer más débil a los terrenos.